Mi hermanastra
Fecha: 18/01/2025,
Categorías:
Incesto
Autor: stellafox, Fuente: RelatosEróticos
La primera vez que me enrollé con mi hermanastra ella tenía novio. No era la primera vez que nos besábamos. Cuando teníamos 13 años, durante una fiesta, acabamos encerrados en un armario por un estúpido juego y simplemente sucedió. La situación ahora era muy diferente. Estábamos en otra fiesta, encerrados en una de las habitaciones del segundo piso (esta vez por voluntad propia) y habíamos discutido porque su novio era un capullo.
—¡Se está acostando con otras, joder! ¿Es qué no te das cuenta?
—Estás celoso —dedujo ella, y no andaba demasiado desencaminada. Puede que hubiera algo de celos, pero hablaba sobre todo desde la preocupación.
Conocía a Ellie desde que nació. Nuestros padres eran amigos desde el instituto así que prácticamente nos criamos juntos. Ella tenía todo lo que siempre había deseado encontrar en una chica así que fue inevitable empezar a sentir cosas por ella a medida que pasaron los años. Pero se había convertido en mi hermanastra hace unos años y tuve que guardarme mis malditos sentimientos para mí. Se suponía que era algo así como su mejor amigo, pero desde que empezó a salir con el imbécil de Brad la cosa se había vuelto tensa entre nosotros. ¿Cuántos meses llevaban saliendo? No quería ni pensarlo. Recordar el tiempo que llevaban juntos me hacía pensar en la cantidad de veces que se habrían acostado.
No pensaba admitir esos celos de los que me acusaba, pero la rabia que sentía hizo que las palabras escapasen de mi boca. Tal vez era la única ...
... manera de alejarla de ese capullo, de hacerla dudar.
—Pues sí. Estoy celoso. No sé qué mierda haces con un tío así cuando podrías estar con alguien mejor. Alguien que te tratase como a una persona y no como un trofeo. Yo nunca te trataría así.
Sus ojos verdes me miraron sorprendida, como si no se esperase una confesión así. Como si no fuera evidente todo lo que ella me hacía sentir. Pensé que me iba a mandar a la mierda o cualquier cosa así con tal de cortar la conversación pero, tras mirarme durante unos segundos que se me hicieron eternos, tomó mi rostro entre sus delicadas manos y me besó como si llevase todo ese tiempo esperándolo. Pude sentir la desesperación en la intensidad de su beso, y las dudas al ver que yo no reaccionaba al principio. Entonces quiso alejarse pero yo no la dejé. La tomé por la nuca y la atraje a mis labios, apretando su cuerpo contra el mío. Podía sentirla de puntillas, sujetándose a mi cazadora para no perder el equilibrio mientras nos deshacíamos beso a beso.
—Joder, Ellie.
Gruñí contra ella, acorralándola entre la pared y mi cuerpo. Dejó escapar un gemido en mi boca que me volvió loco al instante. Abandoné sus labios y mi boca se movió a lo largo de su cuello, excitándome cada vez más al escuchar sus jadeos. Sus dedos se hundieron en mi cabello rubio, alentándome a seguir dejando un camino de besos allá por donde mi boca pasaba. Descendí hasta su hombro y su clavícula, y deslicé el tirante de su vestido hasta que casi dejó su pecho al ...