Mi hermanastra
Fecha: 18/01/2025,
Categorías:
Incesto
Autor: stellafox, Fuente: RelatosEróticos
... descubierto. Mis manos subieron por sus caderas y su cintura, deteniéndose bajo sus senos. Quería agarrárselos pero eso sería sobrepasar los límites con ella, así que me contuve, pero la erección bajo mis pantalones era palpable y ella debía de estar notándome duro contra su vientre, y aun así me dejaba besarla y tocarla, sin miedo a las consecuencias.
El corazón me latía a mil por hora. ¿Esto estaba pasando? Porque en mi vida me había imaginado que viviría este momento con Ellie. No sabía lo que sentía por mí pero estaba claro que le atraía del mismo modo que ella a mí. Cuando retiré mis labios de su clavícula Ellie volvió a buscar mi boca y me besó, esta vez de una forma más lenta y dulce. No había ni rastro del hambre voraz que nos había consumido al principio. Tomé su rostro con delicadeza, acariciando sus mejillas con mis pulgares, hundiendo después mis manos en su melena oscura. Mi boca viajó por la línea de su mentón, desde su barbilla hasta la oreja. Pude sentir el escalofrío que le provoqué. Sus manos se colaron bajo mi camiseta, deseando tocar la piel que ardía bajo la prenda. Me atrajo un poco más a ella, echando la cabeza ligeramente hacia atrás para que pudiera besarle el cuello de nuevo. Pasé mis pulgares por este, deambulando por la pálida piel antes de hundir mi boca en él. Solo pude besarlo y lamerlo, aunque me muriese de ganas por morderla hasta hacerla gemir. Pero no podía dejarle una marca que le diera a su novio la excusa perfecta para montarle una ...
... escena delante de todos.
Sin darnos cuenta el otro tirante cayó por su hombro, provocando que el vestido se deslizase unos cuantos centímetros. Si tirase un poco de la tela hacia abajo podría dejarla con los pechos al aire. Y la idea era tentadora, joder, pero no podía. No podía hacerle eso a Ellie. Pero sí que podía besar la piel que había quedado al descubierto. Acaricié con mi lengua cada parte de ella que había quedado expuesta, sofocándola.
—No pares —me suplicó.
Y no pensaba hacerlo. Si ella quería yo iría más allá. Con cuidado de no resultar grosero la acaricié por encima del vestido, recorriendo cada una de sus curvas hasta agarrar con suavidad su culo al ver que no se oponía a ese tipo de caricias. Cuando me atreví a tocarla bajo el vestido un pequeño ronroneó escapó de sus labios. Ahora era ella quien me estaba besando el cuello, mordisqueándome el mentón. Su excitación era tan descarada como mi erección. Mis manos acariciaron la piel erizada de su culo, descubriendo que lo que llevaba bajo el vestido era un tanga de encaje que dejaba sus nalgas desnudas bajo mis manos. Los pantalones empezaban a molestarme de verdad, sobre todo cuando Ellie no paraba de hacer sonidos cerca de mi oreja.
De forma inesperada le di la vuelta, poniéndola de espaldas a mí, pero todavía acorralada entre la pared y mi cuerpo. Subí la falda de su vestido hasta dejar su culo al descubierto, encajando mi erección entre sus nalgas, moviéndome suavemente contra ella para que la ...