Compartiendo camarote en la terminal de autobuses
Fecha: 20/01/2025,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Luizzito, Fuente: CuentoRelatos
... me lo permitió mi marido) así, pasé a sus testículos tan delicados, me arrodillé en el chorro de la regadera y ahora pasaba por toda mi cara su pene, lo sentía, lo besaba, lo engullía disfrutando su fuerte erección, en ese momento le entregué el jabón y le di la espalda.
Mmm, hazme sentir rico si?
Sin más, su verga recorría la línea que divide mis nalgas haciéndome sentir sus venas inflamadas.
Aagg mmm es divina.
Me tomó los brazos, los elevó y dejándome en esa posición, recorría con sus manos resbalosas todo mi cuerpo, jugaba mis pezones, bajaba a mi monte venus y enredaba sus dedos en mis rizos, y esa sensación de su vello corporal en mi espalda mmm era rico de veras, recorría mi vulva, sus traviesos dedos se perdían cada vez más adentro sin dejar de pasar su candente verga por mis nalgas, sus caricias se intensificaban cada vez más hasta llegar a un punto en el que sentí que mis piernas no soportarían mi peso, así que me fui doblando para no caer pues sentía que explotaba… Dios, esas ganas de orinar mezcladas con una descarga eléctrica que me hacía contraerme sin saber por qué sentía tan delicioso, y fue que nuevamente me hizo derramarme entre gritos de verdadero placer.
Por dios, que es eso Robert, que es lo que me haces, acaso quieres volverme loca?
No entendía, siempre pensé que el clítoris era mi punto más erótico y ahora, Rob me hacía tocar el cielo y ni siquiera me había penetrado y aquí estaba, viniéndome como una verdadera puta, sin prejuicio ...
... alguno y lamentando no haber experimentado esta sensación tan placentera antes; sin embargo, el juego continuaba pues él aún seguía con esa deliciosa erección.
Ven chiquilla déjame enjuagar ese rico cuerpecito.
Me levantó e hincándose a mis espaldas, buscó con su lengua la parte más vulnerable de mis nalgas y pasaba, y pasaba por mi virginal rinconcito trasero haciéndome suplicar por su verga.
Ya Rob, ya, dámelo, dámelo todo.
Quiero conocer tu delicado hoyito chiquilla… puedo?
No preguntes solo hazlo.
No podía negarme a que invadiera mi tan reservado hoyito, si me había demostrado que era una inexperta en las artes amatorias, ahora solo quería que me enseñara a ser una verdadera amante.
Así, sin pensarlo, se fue levantando sobre mi espalda, recorriendo con su lengua toda mi columna hasta llegar a mi cuello girando mi cabeza para entregarnos en un beso apasionado, mientras con su verga hurgaba en mis nalgas hasta sentir mi ano, que delicadamente iba siendo invadido dispuesto a recibir su castigo.
Aaggg, aaggg me matas papi aahhh así.
Hubiera jurado que no podría hacerlo pero fue tan sencillo que lo único que sentí fue placer líquido.
Lo siento hirviendo mmm me llena, dame duro, dámelo todo… te amo papi.
Mientras me tenía contra la esquina pellizcando muy rico mis pezones, yo me daba placer en mi vulva, metiendo mis dedos y sacándolos para seguir con mi botoncito que para ese momento hervía; yaaaa, le grité sin importar quién me escuchara, me tenía ...