Con el culo roto
Fecha: 21/01/2025,
Categorías:
Gays
Autor: Einar Cano, Fuente: CuentoRelatos
... la impresión de que mi acompañante los conocía.
- Ya te estás largando bujarrón. – el Negro le señaló el camino – y calladito.
El viejo agachó la cabeza y se marchó lo más deprisa que pudo, yo intenté seguirle pero el gorila me agarró por el brazo con una mano que parecía un cepo de hierro.
- No maricón – el Negro llevaba la voz cantante – tú te vienes con nosotros.
- ¡Por favor! – casi sollocé, la voz no me salía.
- Vamos marica, conozco a ese puto bujarrón, seguro que te ha dejado con ganas de polla.
Me agarró del otro brazo, intenté marcharme pero fue imposible, miré alrededor buscando ayuda pero no sé veía a nadie, me obligaron a desandar lo andado y volvimos a donde el viejo me había “malfollado” junto al eucalipto.
- Bueno maricón, quítate el chándal y dámelo. – el Negro estaba delante de mí.
- ¡Por favor! – supliqué casi llorando – dejadme ir.
- ¿Es que estás sordo? – Atanase me había agarrado violentamente por el pelo y me hablaba casi al oído. – que te quites el chándal.
Hice lo que me ordenaba, me quité el chándal y se lo lancé al Negro que lo registró y lo soltó a un lado.
- Ahora la sudadera.
- Por favor – yo ya sollozaba.
- ¿Te lo tengo que repetir?
Me quité la sudadera y se la di, en el bolsillo delantero solo llevaba un par de condones y las llaves del piso, lo soltó todo, yo estaba ante él con la camiseta y las zapatillas, hacía frío y eso y el miedo que sentía hacía que mi pene y mis testículos se encogieran.
- No ...
... me extraña que te guste que te den por el culo con esa mierda de polla que tienes – Atanase soltó una risotada – ahora ponte de rodillas, quiero follarme esa boquita.
Añadiendo la acción a la palabra, el Negro, que también vestía chándal se lo bajó dejando al aire su miembro y sus huevos, un miembro largo aunque no muy grueso.
- ¡Te lo pido por favor, te lo suplico!
La manaza del gorila cayó tan fuerte sobre mi hombro que hizo flaquear mis piernas, caí de rodillas lastimándomelas con las ramas y las piedras del suelo, Atanase me agarró del pelo obligándome a mantener la cabeza alta, el Negro me agarró por la mandíbula forzándome a abrir la boca y me metió la polla haciendo que tuviera una arcada, se me saltaron las lágrimas y una baba espesa me salió.
- Oh si, siii, que boca tiene la puta.
Comenzó a mover sus caderas, su polla entraba y salía de mi boca, intenté pararlo pero era inútil, me agarraba con sus manos ambos lados de la cabeza, mis ojos lloraban mientras me atragantaba.
- Sí maricón si, traga puto marica.
- Es un buen mamón ¿verdad Negro?
- Oh siii Atanase, siii.
Mis mandíbulas me dolían, el tipo movía sus caderas, su polla entraba y salía cada vez a mayor velocidad.
- Me corro maricon, me corroooo.
Metió su pene hasta mi garganta y comenzó a eyacular, tuve que tragarme la lefa que soltaba, creí que me ahogaba.
- Cof cof cof. – tosía intentando tomar aire.
- Ahora me toca a mí – Atanase me levantó tirando del pelo.
- No me ...