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Samantha: Corrupción y perversión de una casada (lll) (2/2)
Fecha: 22/01/2025, Categorías: Sexo con Maduras Autor: JCerva, Fuente: CuentoRelatos
... ramica…-No entendía de donde le salía el decir esas zorrerías. Ya era un mar de jugos y de lujuria para ese entonces que ya no se cohibía a la hora de gemir. De hecho, en su mente ya solo estaba esperando la hora de que su ex maestro la tomara y la poseyera a su antojo. Rigo al notar que la casada le seguía la corriente por fin entendía que lo más seguro es que ambos terminarían en aquel sillón, con ella abierta de piernas y el encima de ella. Tal cosa ya lo tenía que ardía y sentía que sus huevos se llenaban cada vez mas de su semilla aun fértil, intuyendo también sus espermas que tal vez en esta ocasión no terminarían en el retrete o en un pedazo de papel, sino que se adentrarían a un útero fértil y anhelante de ellos. -Claro que sí, mira nomas como me tienes la ver…- el viejo apenas comenzaría con su amplio repertorio de vulgaridades cuando la casada no lo dejo terminar. -¡AAAH!- un grito de sorpresa mezclado de terror salió de la casada mientras veía hacia el amplio ventanal que había detrás del gordo director. Mientras tanto unos minutos antes. Goyo se encontraba barriendo o fingiendo barrer el atrio de la escuela sin dejar de mirar hacia la puerta de la dirección para ver en qué momento se abría y salía de ahí su culona amiga. Pero para su mala suerte ya iba más de 1 hora que aquel par habían entrado a aquella oficina y no daban señales de vida. Lo que hacía que con cada minuto que pasaba su enojo se intensificara más, y no es que se enojara con Samantha ...
... sino su colera iba contra su marrano amigo. Sentía que lo que le estaba haciendo era una gran traición. Aunque Samantha no fuera nada de él y su amigo tampoco supiera lo que había sucedido a la hora de entrada, lo sentía como tal. Aunque conocía a su amigo y sabía que era medio miedoso para las mujeres ya que siempre lo mandaban a la chingada y él era el casi siempre le había montado una que otra señora que conocía para que su amigo se deslechara con ellas. Sabía que hasta el gay más gay de todo el planeta, con ese portento de hembra haría su luchita y era por eso que manos o menos intuía lo que podía estar sucediendo adentro de la dirección, con su cobarde camarada y la culona mujer. Los celos eran los que pensaban en ese momento por el, cada vez más su cabeza se llenaba con imágenes de su pelirroja montando a su amigo en su silla, o ella recargada en su escritorio mientras le daban por detrás y le azotaban sus nalgotas. -Pinche Rigo, esas nalgas son mías, cabron- el molesto conserje decía entre dientes mientras apretaba con todas sus fuerzas el palo de la escoba. Aunque moría de ganas por ir a abrir la puerta de la dirección y salir de dudas. Sabía que era una muy mala idea. Al final sabía que él era el simple conserje de la escuela y su amigo el director. Lo que menos quería era que en un arranque de ira como los que regularmente solía tener el obeso director, lo terminaran corriendo. Y para encontrar un jale así de fácil donde no hace casi nada y la paga es decente, ...