Samantha: Corrupción y perversión de una casada (lll) (2/2)
Fecha: 22/01/2025,
Categorías:
Sexo con Maduras
Autor: JCerva, Fuente: CuentoRelatos
... preguntas como si todo eso fuera algo normal.
El viejo dejando de mirar su pierna semi desnuda y mirando el rostro de ella, le respondió con una sonrisa pícara al igual que la que ella tenía en su rostro. Comenzaba a entender el juego que le estaba proponiendo y sin duda alguna le sacaría el mayor provecho posible.
-Este… pues si están un poco aguaditas jejeje- el viejo respondía mientras veía la cara de asombro fingido que hacía Samantha. -Pero, ahorita mismo podemos cambiar eso. Aún recuerdo algunos ejercicios que te ponía a hacer para que tuvieras las piernas duras, Samantha. Ahorita mismo hay que empezar jejeje- sin dejar de darle ligeros apretones en su pierna le notificaba.
-Pero mmh donde hare esos eje…rcicios mhh?- ya sin importarle mucho, soltaba ligeros gemidos cada que el obeso tipo le daba esos apretones en su pierna.
-Pues como que donde? Aquí merengues jejeje. Ándale, párate para empezar jejeje- con una risa de excitación el viejo quitaba su mano de la pierna de la mujer y la tomaba de su breve cintura para que se levantara.
Samantha sin hacerse del rogar se levantó mientras sentía esas manos en su cintura. Al levantarse y juntar ambas piernas, pudo sentir como su tanga estaba completamente empapada de sus jugos vaginales y estos ahora también se habían impregnado en parte de sus piernas. Cosa que en otro momento tal vez le hubiera parecido asqueroso, pero en ese momento le resultaba sumamente excitante. Sin que Rigo se diera cuenta, comenzó a ...
... mover sus piernas sutilmente para que se filtraran más caldos de la tanga a sus piernas, sintiendo como quedaban pegajosas. Haciendo que también dichos movimientos, movieran su tanga, dejando uno de sus carnosos labios vaginales expuesto.
La hembra había quedado cerca del sillón y la mesa de centro, dejando muy poco espacio para su movilidad. El viejo al notar eso, sabía que no podría seguir con la idea perversa que tenía planeada que su ex alumna le secundara. Así que el también levantándose torpemente ya que su prominente barriga le dificultaba en demasía dicha acción, tomo a la mujer de nueva cuenta de su mano y la guio hasta a un lado del enorme del escritorio. En el efímero camino podía sentir como ambas manos se fundía en el insano calor que ambas emanaban lo que hacía al hombre sentir mayor morbo, ya que esa era señal inequívoca que ella estaba igual de caliente que él. Soltando su mano y jalado su costosa silla de escritorio, la coloco enfrente de ella y se sentó ahí. Samantha no podía evitar sentir muchos nervios ya que todo eso era nuevo, pero a la vez la tremenda calentura que controlaba su voluptuoso cuerpo le animaba a continuar, así que ella permaneció estoica a la espera de la solicitud de su degenerado ex profesor.
-Bueno, ya que quieres unas clases privadas de ejercicio, no me puedo negar ya que tú eres mi alumna favorita jejeje- el viejo acomodándose plácidamente en su asiento, dejando ambas piernas abiertas le decía mientras su mirada la pasaba por toda ...