No me quedé con las ganas
Fecha: 22/01/2025,
Categorías:
Humorísticos
Autor: ElenaRmz, Fuente: CuentoRelatos
... el comunicador. Manta trató de ofrecer consejos sobre cómo solucionarlo; pensó que, si no podía arreglarlo él mismo, entonces tal vez podría decirme qué hacer. Pero decirle a alguien cómo arreglar una pieza sofisticada de tecnología fue mucho más difícil de lo que imaginaba. Conseguí que funcionara un poco con su ayuda, pero aun así no fue suficiente.
Manta: "Escúchame, tienes que dejarme poner mis manos en esa máquina, Sé que no confías en mí y no te culpo, pero no podemos seguir así".
Ya a estar alturas, mi desesperación hormonal, no solo deseaba que pusiera sus manos sobre la máquina para volver a estar con mi esposo, ya me hacía desear un remedio más cercano para encontrar alivio a mi fogosidad.
Yo: "Lo pensaré".
Vi su cara de satisfacción al decir eso porque era mucho mejor que escucharme decir que solo un No.
Me tome un descanso, para comer. Tuvimos suerte de que el barco estuviera lleno de raciones militares; la comida era terrible, pero aun así era comida.
Manta logró sacar una pequeña charla, incluso haciéndome reír un poco. Conseguí que Manta hablara un poco más sobre sí mismo y vi un cambio en su personalidad. En lugar del hombre loco con el que estaba peleando días antes, podía ver que en el fondo era un tipo normal.
Al día siguiente, cuando Manta no estaba tratando de convencerme de que lo dejara arreglar el comunicador, hablamos un poco más. Le conté algunas anécdotas divertidas sobre la Liga de la Justicia que le hicieron reír.
Lo ...
... intentamos una vez más, con Manta diciendo qué hacer para arreglar la máquina, pero se estaba volviendo cada vez más frustrante. Con las raciones de comida y agua agotándose, mis hormonas cada vez más iracundas y sin esperanza de ser rescatada, finalmente decidí DARLE una oportunidad… de ayudar a calmar la tensión.
Yo: "Está bien, dejaré que intentes arreglarlo".
Manta puso cara de satisfacción al escucharme decir eso.
Manta: "Gracias, No te decepcionaré".
Yo: "Será mejor que no, si sabes lo que es bueno para ti".
Manta: "No te preocupes, sé lo que pasará si lo hago, Puedes mantener tus estacas de agua flotantes sobre mí todo el tiempo que quieras".
Yo: "Espero que eso no sea necesario".
Lo desate y él se levantó de la silla en la que estaba siendo retenido y estiro su cuerpo. Mientras lo hacía, lo GRANDE que eran TODOS sus músculos, disfrute del serpenteo de su cuerpo y quedé impresionada con lo bien tonificado que estaba. Manta era un hombre afrodescendiente alto con rasgos atractivos, y no pude evitar pensar en lo sexy que se veía; cuando no estaba tratando de matarme.
Manta comenzó a trabajar en el comunicador, y lo estaba haciendo mucho más rápido de lo que esperaba. Observe y pudo ver cómo él estaba trabajando en los diversos componentes de la máquina, dándome cuenta de las cosas que había hecho mal cuando yo misma lo intente.
Me preguntaba para que más eran hábiles esas manos grandes y callosas.
Después de unas horas, Manta terminó de trabajar y ...