1. No me quedé con las ganas


    Fecha: 22/01/2025, Categorías: Humorísticos Autor: ElenaRmz, Fuente: CuentoRelatos

    ... sonrisa maliciosa en mi rostro. "¿Podrás conmigo?"
    
    Manta: "¿Qué quieres decir con eso?"
    
    Empuje a Manta al suelo, lo cual fue muy fácil teniendo en cuenta lo fuerte que era. Me puse justo encima de él, a horcajadas sobre su área pélvica. Seguramente, Manta pensó que esto era una trampa, que finalmente lo iba a matar. Estaba a punto de luchar contra mí, cuando se dio cuenta de que me había bajado la parte superior del escote de mi verde uniforme entallado.
    
    Manta: "¿Qué estás haciendo?"
    
    Yo: "Conseguir algo, que he estado deseando durante días"
    
    Le quite la camisa y quede impresionada con su amplio pecho y hombros; no tan grandes como los de mi esposo, pero aun así era lo suficientemente bueno para excitarme. Comencé a besarlo, lo que lo tomó por sorpresa; para cuando se dio cuenta de lo que estaba sucediendo, nos estábamos abrazando con fuerza mientras comenzábamos a rodar por el suelo, besándonos. Manta agarró mis senos, amasándolos suavemente entre sus manos, llevándolos a su boca mordisqueándolos suavemente; nunca antes había tocado los senos de una mujer atlante; seguramente se sentían mucho mejor que los de una mujer humana.
    
    Deslizo mi cuerpo fuera del resto de mi uniforme e hice lo propio con su bóxer, ambos estábamos desnudos por completo y quedé impresionada con el tamaño de su erección. Me había hecho una buena idea de lo grande que era por el contorno de sus calzoncillos, durante su cautiverio, pero no pensé que sería tan grande cuando se pusiera ...
    ... erecto.
    
    Yo: "Wow, los rumores sobre los humanos afrodescendientes son ciertos",
    
    Manta puso su cara de felicidad al escuchar eso.
    
    Tome su venosa verga y lo acaricie, mientras embarraba mi cuerpo contra el suyo, mis senos se aplastaban contra su torso, mi entrepierna subía y bajaba por su musculoso muslo, podía ver en su rostro y gesticulaciones que lo estaba volviendo loco de placer. Sabía lo que les gustaba a los hombres humanos o atlantes, todos eran iguales. La sensación de piel contra piel, me humedecía satisfactoriamente, pensé en chuparle la verga, pero no quería ir tan lejos; ya era bastante malo que fuera a engañar a su marido con su archienemigo; lo menos que podía hacer era evitar poner su verga en la boca que el resto de su vida besaría.
    
    Manta me puso sobre mi espalda. Abrí las piernas para él con anticipación, mi cuquita estaba lista y ansiosa por engullirlo y devorarlo, él hundió su polla directa y suavemente en mis lubricados interiores. Estaba caliente y mis músculos internos abrazaron con gusto al oscuro invitado; la cara de Manta reflejaba su sorpresa de lo apretado que podía ser el coñito atlante, pero estaba segura de que le era placentero. Grite de regodeo cuando él me penetro profundamente, amaba cómo se sentía dentro de mi cuquita.
    
    Me culeo tan fuerte como pudo, mientras gemía fuertemente en su oído. Manta fue implacable; quería tanto goce como pudiera.
    
    Después de un rato, giramos y estaba encima de él. Rebotaba rítmicamente engullendo su ...
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