1. No me quedé con las ganas


    Fecha: 22/01/2025, Categorías: Humorísticos Autor: ElenaRmz, Fuente: CuentoRelatos

    ... verga apretándola entre mis labios vaginales, estaba en mi modo más brutal. Mis senos se movían enloquecidas en cada impulso, mi cabello volaba salvaje. Manta seguramente al ser un hombre dominante, no era un fanático de la posición de vaquera. Pero sus manos recorriendo una y otra vez el camino entre mis nalgas a mis senos tomándome de la cintura, me indicaban que ahora disfrutaba tenerme encima de él.
    
    De repente me tomo de la cintura y me bajo, acomodándome en cuatro patas. Él se puso detrás, empuño su verga más profundamente dentro, agarró firmemente mis caderas y procedió a darme el mejor sexo al estilo perrito de la vida. Siempre disfrute de esta posición, pero la forma en que él lo estaba haciendo me hizo disfrutar más que nunca, mucho más que con mi esposo.
    
    Yo: "¡SÍ! ¡Cogemee, cogeeeme, asíii!" grite.
    
    Manta: "¿Te gusta que te cojan así, perra atlante?" gritó.
    
    Yo: "¡SÍ!" grite.
    
    Me azoto fuertemente con su mano mis nalgas mientras me llamaba por una variedad de apelativos ofensivos. Estaba sorprendida por las cosas que le permitía decirme y me excitaba. Manta me agarró del cabello y lo jaló hacia atrás con fuerza, haciéndome gritar. Empezó a cogerme aún más rudo mientras me tiraba del pelo. Sentía la sangre en mi rostro que en esos momentos seguramente lucía un color rojo brillante mientras gritaba en éxtasis.
    
    Después de un tiempo, Manta comenzó a disminuir la velocidad mientras me daba algunos buenos empujones finales en mi coñito y finalmente ...
    ... eyaculó, vertiendo hasta la última gota. Se las arregló para follarme lentamente durante unos minutos más antes de que su polla se ablandara y tuviera que salir de mi.
    
    Yo: "Eso fue fenomenal".
    
    Manta: "Estuviste asombrosa".
    
    Ambos nos pusimos de pie y nos vestimos.
    
    Manta: "En la madre, olvidé que tu esposo viene a recogernos, ¿Que hacemos ahora?"
    
    Yo: "¿A qué te refieres?".
    
    Manta: "Acabamos de tener sexo, Esto va a hacer las cosas incómodas".
    
    Yo: "Para ti, tal vez, Especialmente con lo que tengo que hacer".
    
    Manta: "¿Qué quieres decir?".
    
    En un instante, golpe con mi rodilla la polla de Manta tan fuerte como pude. Se dobló con un dolor inmenso, incapaz de respirar o pensar con claridad por el repentino impacto en sus testículos. Le agarre por cabello y, con la misma rodilla, golpee su cara con todas mis fuerzas y salió volando hacia atrás. Quedo noqueado en el suelo.
    
    Antes de que llegara Aquaman, había atado a Manta nuevamente. Decidí ser amable y curar su nariz lo mejor que pude. Busque en botiquín de la nave, un sedante que solo se puede encontrar en Atlantis y tiene efectos secundarios inusuales en humanos.
    
    Aquaman llegó con Vulko a su lado. Cuando los vi, corrí hacia él y lo besé con fuerza.
    
    Yo: "Te extrañé mucho".
    
    Aquaman: "Yo también te extrañé, nena, Estaba tan preocupado por no saber de ti en días".
    
    Yo: "Lamento haberte preocupado. Traté de arreglar el comunicador por mi cuenta, pero eventualmente tuve que confiar lo suficiente en Manta ...