1. Mi primera vez como pasivo con mi mejor amigo


    Fecha: 24/01/2025, Categorías: Gays Autor: Enrike94, Fuente: CuentoRelatos

    ... disponible posible, el se dio cuenta y entonces empezó a empujar poco a como su verga en mi.
    
    Como dije, su verga era particularmente cabezona, por lo que era doloroso el cómo se iba abriendo paso por mi virgen y estrecho culo, el dolor me hacia querer pedirle que parara, pero algo en mi me decía que no debía parar, sabía que era lo que quería y al fin lo estaba obteniendo, además, la calentura, el morbo y los nervios aminoraban el dolor.
    
    Yo por instinto, para que pudiera seguir entrando su verga en mi, comencé a abrirme las nalgas de par en par con las manos, para recibirlo, y le gusto tanto que pude sentir claramente como se ponía un poquito más duro aún si cabía la posibilidad. En ese momento yo podía sentir claramente como su verga se iba abriendo paso, como mi interior se dilataba para él y como también todo se ponía más apretado, pues como ya dije, era un gran trozo de carne el que estaba invadiendo mi hasta entonces vacio culo.
    
    El dolor aun era fuerte, pero en ese momento su verga llego a un punto que yo desconocía en mi interior, su cabeza choco con él y un escalofrió recorrió mi cuerpo, entonces el dolor bajo y comencé a sentir placer real al ser penetrado, conforme me la seguía metiendo, su verga seguía rozando este lugar y yo comenzaba a disfrutarlo más.
    
    Tenía ya más de la mitad de su verga dentro, cuando de pronto me agarro fuerte de la cadera y me dio una fuerte embestida para terminar de meter en mi esa gran verga, pensé que me dolería, pero no fue ...
    ... así, al contrario, su cabeza choco con mi interior y se sintió genial, además el roce de su verga con mi próstata seguía siendo delicioso.
    
    Se quedo así un momento, y yo me sentía pleno, al fin sentía que ese vacío en mí estaba lleno, yo sentía claramente como su verga palpitaba en mi culo, sentía sus tibios huevos a milímetros de mi perineo, sus manos calientes sosteniéndome fuerte de la cadera y su sudor y aliento cayendo en mi espalda, mientras yo estaba ahí, a su merced, con el culo abierto, mis manos abriendo mis nalgas para darle mejor acceso y mi cara contra el sillón, sintiéndome el tipo más afortunado del mundo.
    
    Entonces Carlos empezó a bombear despacio, primero con movimientos cortos y poco a como fueron más largos. Yo sentía como mi interior se contraía y se dilataba al ritmo que su verga iba y venía, era delicioso y angustiante al mismo tiempo, pues la sensación de que me sacara su verga me ponía triste, pero cuando la volvía a empujar, wow, yo me moría del placer de sentirme lleno y de su verga chocando con mi próstata.
    
    El siguió bombeando con este vaivén al tiempo que aumentaba la velocidad, lo que a mi solo me causaba más y más placer, tanto que por instinto comencé a gemir como nunca pensé que lo haría, esto a Carlos le gusto, porque empezó a embestirme más fuerte y con más ganas, tanto que tuve que sostenerme del sillón para que no saliera volando.
    
    Yo estaba loco de placer, el cumulo de sensaciones era increíble, el sentirme suyo, estar a su merced, ...