1. Mamita perversa


    Fecha: 25/01/2025, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... tomar el sol .
    
    Fui a la pileta, me duché, y me metí un rato a nadar, salí, me volví a duchar y fui para mi carpa. Me sequé un poco al sol. Me puse el protector, saqué el ebook y me tumbé en la reposera. Y me enfrasqué en las aventuras de Eduardo Dantes. Estaba releyendo el Conde de Montecristo .
    
    Eran casi las dos ,hora de almorzar desde que me había levantado había cogido, hecho una paja a jovencito y tenía ganas de más. Llamé al camarero, me devoró con los ojos mientras pedía un tostado mixto y una cerveza. Me alegraba darme cuenta que estaba en forma y que levantaba pasiones y pijas. Comí tranquila. Era el momento de darme otro chapuzón en el mar. Volví a hacer el camino a la orilla.
    
    Entré rápido para no sentir el frío del agua y cuando llegó a la rodilla me zambullí. Fui hacia donde cubría más. Nadé apenas unos minutos cuando apareció mi joven galán a mi lado.
    
    - Mamita ..acá estoy. Te he estado esperando ...sabía que ibas a volver.
    
    - Niño malo..niño malo..vamos donde cubra un poco más y no haya gente.
    
    En pocas brazadas estaba donde me cubría por el cuello. En esa zona las olas no acaban de formarse y no íbamos a tener problemas de llenarnos la boca de agua.
    
    Mi mano bajó hasta su polla, volvía a estar en alto bajo el bañador. La saqué, la apreté y me quedé quieta.
    
    - ¿ Te llamabas Jonathan y quieres otra pajita de tu mamita?
    
    - Sí, mamita.
    
    El chico sabía jugar el morbo de la madura que seduce al jovencito. Empecé a mover la mano. Me encantaba ...
    ... tener aquella tranca a mi disposición. Decidí que quería que durara , así que le masturbaba despacio, gozando de una pija tan dura y grande. No enorme pero sí grande.
    
    - ¿ Puedo tocarla ?- preguntó con voz en la que la lujuria baboseaba.
    
    - Solo las lolas y con mimo.
    
    Puso sus manos en mis senos, el bikini era pequeño, los pezones entre la excitación el frío de mar estaba erectos y el chico dejó sus palmas sobre ellos como si le hubiera caído un rallo.
    
    - Tenés una tetas …
    
    -¿ Cómo?
    
    - Maravillosas.-
    
    Y comenzó a mover las palmas sobándolas. Era buen toca pechos. Se notaba que tenía experiencia. Sonrió como dueño de la situación. No había entendido mi juego. MANDABA YO. Sin soltar la pija agarré los huevos con la otra mano y apreté fuerte.
    
    - Aahh- soltó dejando de tocarme.
    
    - Debes ser un niño bueno y obedecer a mamá. Ella te da gustirrín pero vos tenés que hacer solo lo que ella te mande. ¿ Lo has entendido?
    
    - Sí..mamita.
    
    - Pues sigue acariciando mis lolas con mimo mientras te saco la leche.
    
    Me excitó aun más su sumisión, el sentirme dueña de su placer. Me estaba entrando frío, el agua en Mar del Plata no es la del Caribe ni el Mediterráneo así que decidí acabar. Aceleré la paja, el chico comenzó a jadear y con su polla en mi puño soltó todo su carga de semen. Esta vez le di un piquito cuando me alejaba camino de mi zona de protección.
    
    Otra vez más, ducha, pileta y ducha, tocaba esperar a mi marido. Me puse crema, me solté el corpiño y me tumbé ...