1. La hija de la masajista


    Fecha: 08/02/2025, Categorías: Confesiones Autor: Palaner, Fuente: CuentoRelatos

    La primera vez que Sara me dio un masaje fue en casa de su mamá, en una habitación.
    
    Cuando entré pude ver a dos mujeres mayores sentadas hablando entre ellas, mientras me miraban.
    
    Yo estaba urgido de un buen desestresante…
    
    No había visto a Sara por fotos, por lo cual estaba nervioso por ser la primera vez que nos veríamos.
    
    En eso me encontré con un tipo más alto y del doble de robusto que yo.
    
    Me intimidó un poco, hasta que escuché su voz blanda indicándome dónde se encontraba Sara, que resultaba ser su novia.
    
    Después vi a una joven con unos ojos enormes y hermosos, me sonrió y cuando le respondí el saludo escuché:
    
    - Ah, veo que ya se conocen, hija, saluda al Señor Palaner, Señor Palaner, ella es Colibrí
    
    - Colibrí, qué bonito nombre para alguien tan bonita como tú
    
    Colibrí sonrió y se fue corriendo.
    
    - Tú debes ser Sara
    
    - Pasa por favor, en un momento entro a la habitación, estoy preparando las toallas
    
    Cuando entré, era una habitación común y corriente. Algunas sábanas cubrían algunos muebles, como ocultando el desorden que había abajo. O bien cosas de valor que no querían que yo viera.
    
    Me senté en la cama y noté el aire fresco en mi nuca. Era el aire acondicionado que acaban de encender en la habitación.
    
    -Hola Palaner, disculpa la tardanza. En un momento comenzará tu masaje, necesito que te desvistas y te pongas boca abajo y con esta toalla quedarás cubierto. Regreso en unos minutos, sólo indícame cuando ya estés en ...
    ... posición.
    
    Sara era una joven mamá. Atlética, con una pronunciación perfecta en sus palabras y un trato muy respetuoso. Con una hermosa sonrisa cuando la dejaba notar.
    
    Me desnudé por completo, ya que a mí los masajes me encanta recibirlos desnudo. En eso mi pene sintió el aire frío de la habitación y me apresuré a ponerme boca abajo sobre la cama matrimonial que estaba dispuesta sólo para mí.
    
    Cubrí mi culo y le llamé.
    
    Sara entró inmediatamente.
    
    Me explicó que me pondría un aceite de anís con menta y oliva, hecho por ella.
    
    - Si necesita expresarse con algún sonido durante el masaje, por favor hágalo, no se quede nada
    
    Los movimientos lentos y firmes de Sara me encantaron.
    
    Al ser tan joven y con tal fuerza sospeché que era atractiva aunque escondía su cuerpo debajo de una blusa amplia.
    
    Sin embargo, en un momento, se sentó frente a mí y levanté la cara.
    
    Pude ver sus anchos y recién depilados muslos frente a mi cara.
    
    Y mi expresión fue un simple y fuerte: WOW
    
    -¿Perdón?
    
    -Oh, no, disculpa Sara, es que me impresioné…
    
    -¿Hay algo que le incomode?
    
    -No, todo lo contrario, verás, no pude dejar de ver tus muslos, y asumo que haces ejercicio, ya que tienes mucha fuerza en las manos y a la vez, mucha delicadeza. Y tus muslos te delatan. Por eso mi expresión.
    
    Sara sonrió y me explicó que se ejercitaba mucho.
    
    -Puedo notar que eres atlética. Quizás eres la masajista con mejor cuerpo que me ha atendido.
    
    -(Sonriendo) Muchas gracias Sr. Palaner
    
    -Sólo dime ...
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