1. La hija de la masajista


    Fecha: 08/02/2025, Categorías: Confesiones Autor: Palaner, Fuente: CuentoRelatos

    ... no quiero que beses mi pene con tu boca llena del semen de tu novio
    
    Me recosté…
    
    Le comencé a chupar los senos y dejé que me masturbara con sus manos hasta que terminó y se comenzó a tallar todo mi semen sobre sus senos.
    
    -Sara, gracias, eras una fantasía y ahora eres una realidad… sigue como masajista, vas a llegar muy lejos. Lo de tu novio me incomoda sobre manera. Sin embargo, tienes un gran futuro.
    
    Dos años más tarde...
    
    Antes del siguiente masaje… Nos mensajeabamos para ver si coincidíamos.
    
    De hecho una vez lo hizo sólo para que yo supiera que ella ya no tenía novio y que me quería ver.
    
    Pero no podíamos.
    
    Por la pandemia y yo me había ido a vivir a otro país.
    
    De repente y un buen día le escribí para saludarla ya que estaba en Mallorca y quería un masaje. Pensé que ella se había quedado en Latinoamérica, por lo que sólo le escribí para que supiera que seguía extrañando sus masajes.
    
    Me envió una foto de Palma de Mallorca.
    
    -Yo te doy ese masaje, aquí en Mallorca no encontrarás nada como yo…
    
    ¡Sara también estaba en Mallorca!
    
    Nos vimos en un lugar que ella estaba rentando para vivir con su hija… Colibrí
    
    Cuando entré, su piso estaba mejor que el mío… con una vista al mar, con unas hamacas y el diseño interior todo encajaba en un ambiente para relajarse.
    
    Colibrí corrió a saludarme, se me aventó, me dio un beso en la mejilla y pude sentir sus senos medianos estrecharse con mi pecho…
    
    -Anda Colibrí, haz tu té de jazmín y convídale a ...
    ... Palaner
    
    -¿De jazmín? Si por favor…
    
    -Señor Palaner, ¿lo quiere con hielos?
    
    -¿Cuál es la especialidad de la casa, Colibrí?…
    
    Ella sonrió, se mordió los labios y se dio la vuelta corriendo, como siempre lo hacía…
    
    Colibrí traía un top tank color turquesa y unos boxers rosa brillante…
    
    Admito que al ver a Colibrí sentí un espasmo en mi pene.
    
    Probablemente, ella ya tenía unos 21 años. Destellaba feminidad y vitalidad.
    
    Sara y yo nos pusimos al corriente… se había teñido el cabello.
    
    Ahora no lo tenía castaño, si no rubio, y con una trenza.
    
    Se veía más bronceada por el sol de Mallorca.
    
    Traía puesta una túnica blanca…
    
    Y después de unas horas de platicar moví mi cuello y me estiré hacia atrás.
    
    -¿Ya quieres el masaje?
    
    -Si por favor…
    
    Entra al cuarto dónde está Colibrí y ella te llevará a la habitación…, mientras yo me pondré cómoda…
    
    Obedecí ya que estaba en el palacete de la diosa y la princesa de la feminidad…
    
    -¿Ese jazmín es de tu cosecha, Colibrí?
    
    -Si, señor Palaner… es mi nuevo hobby… ¿Por qué no se relaja y se sienta?
    
    -Desde luego, ando muy exhausto…
    
    En eso noté que de uno de sus glúteos manaba un tatuaje japonés…
    
    -Menudo tatuaje te cargas Colibrí… acércate…
    
    La piba se acercó y se subió el bóxer para que pudiera ver su nalga perfectamente formada, mi erección comenzó a crecer y escuché…
    
    -Creo que ya vio mi tatuaje por completo no le ha gustado
    
    -Que me ha encantado Colibrí
    
    -¿Y por qué no lo toca, o acaso es ...
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