El juego erótico de mi masajista (2)
Fecha: 12/02/2025,
Categorías:
Sexo con Maduras
Autor: Tonyzena67, Fuente: CuentoRelatos
... punto de correrme… húndeme hasta los huevos sí quieres. – Me apoyé con mis brazos para no poner mi peso por sobre ella y a la vez ver esos gestos deliciosos cuando le comencé a dar un embate que de cien pasó a mil revoluciones en segundos. La cama crujía y al igual aquel piso de madera y esto llevaba el mismo ritmo de los gemidos de la bella Alisa. Llegamos a ese punto de esta sincronización de baile sexual cuando nuestros ritmos eran precisos cuando le hundí al máximo mis 21 centímetros de verga y ella los recibía con un golpe que podía sentir el choque de mis testículos pegando en sus nalgas y Alisa solo decía mientras cerraba los ojos y fruncía los labios: –¡Qué rico… así, así, dame, dame… me vengo, me vengo… no pares, no pares… por Dios, pégale fuerte… húndeme esa verga… oh, oh, oh… me corro Tony, me corro Tony! –El último embate parecía como un castigo a esa conchita, pues la taladré fuertemente por más de tres minutos y Alisa no paraba con ese jadear despavorido y me arañaba las nalgas y las espaldas y podía sentir su vagina contrayéndose por varios minutos y todo aquello hizo que llegara a mi segundo toque al paraíso. Me corrí y este segundo palo me pareció más rico y fuerte que el primero. La sabana se mojó mucho más y cuando me levanté de por encima de Alisa, pude ver mi esperma vertiendo de la cavidad paradisiaca de esta linda y hermosa rubia. Me dio una sonrisa cohibida y solo me dijo cuando se levantaba: -Tienes una resistencia increíble… No recuerdo a nadie que ...
... me haya dado verga de esa manera, me corrí tres veces.
Obviamente aquello es un halago para cualquier hombre y nos fuimos directo de nuevo al baño y continué viendo como le escurría mi esperma entre las piernas blancas de esta mujer. Antes de que nos cayera el agua Alisa me dio una breve mamada a mi verga flácida y me removió los últimos residuos de sus jugos vaginales y mi leche. Aquella última declaración de Alisa provocó mi curiosidad y fue cuando le pregunté:
–¿Nadie te había dado verga de esta manera? ¿A qué te refieres?
–Me refiero a la fuerza, a la constancia y a ese ritmo que logré encontrar contigo… me gustó mucho. Nunca me había corrido dos veces seguidas y mucho menos tres. Tienes una resistencia de admirar y aunque sabía que eras un hombre con mucha experiencia, nunca imaginé que lo harías tan rico.
–Alisa, no te moleta si te hago una pregunta… de esas personales.
–Pregunta.
–¿Cuándo fue la última vez que estuviste con un hombre?
–Fue con el exnovio que te hablé… unos cuatro años.
–Me hablaste de que tu esposo no te lo hacía tan rico como lo hacía tu exnovio. ¿Hablabas de tu pareja actual?
–Mira, es algo complicado hablar de esto. No es que ella no me satisfaga… más bien, extrañaba esto. Sentir una verga verdadera y no un consolador… ¿entiendes?
Me habló más extensamente de su relación lesbiana cuando nos bañábamos y hasta me insinuó que ellas tenían una relación libre, aunque ella creía que su pareja era cien por ciento lesbiana y que ...