1. El juego erótico de mi masajista (2)


    Fecha: 12/02/2025, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Tonyzena67, Fuente: CuentoRelatos

    Esto es la continuación de mi relato “El juego erótico de mi masajista”. Si no has leído el primero puedes buscar los relatos en mi perfil y debe aparecer a continuación de este. Como preámbulo seré breve en hacer un extracto y es que esa primera hora y media con esta chica llamada Alisa, fue un masaje intenso y erótico donde esta chica tuvo un espectacular orgasmo con ricos gemidos que hicieron a que yo tuviera también una rica eyaculación en ese momento, pero todo esto se daba sin penetración alguna. Ella hasta me lo mencionaba que no habíamos tenido sexo, pues no la había penetrado y todo esto había culminado con solo el roce erótico de sus labios vaginales masajeando los 21 centímetros de mi falo en posición de Alisa montándome.
    
    Después de todo esto me quedé en que estábamos bañándonos juntos y teniendo una plática reviviendo lo que acabábamos de vivir. De hecho, esta hermosa rubia me quedó viendo la pelvis y me echaba agua para remover todas esas secreciones de sus jugos vaginales y mi liquido preseminal. Me restregaba mi verga ya flácida, me le echó jabón y posteriormente me volvía a secar. A ese punto no sabía si habría más o si esta chica quería llegar a ser penetrada o esto que habíamos vivido era suficiente para ella. La verdad que, aunque mi verga se mantenía flácida después de haber eyaculado, en mi mente pasaban ya imagines y me miraba chupando su rica conchita y penetrándole ambos agujeros. La verdad no sabía a qué estaba dispuesta, pero ya con lo que ...
    ... habíamos vivido con toda seguridad tenía mucha más confianza en explorar las posibilidades.
    
    Ayudé a secarla y ahora con más tiempo y sin tener esa presión del deseo podía observar la gatita pintada en su glúteo derecho y una pequeña mariposa que a la vez ayuda a camuflar esa cicatriz de una cesaría de la cual me había hablado antes. No había observado muy bien su conchita, pero es de esas con labios gruesos y un clítoris abultado y muy bien depilada que prácticamente parecía que nunca hubo allí vello alguno. En sus nalgas muy bien formadas no se podía ver estrías o celulitis alguna y realmente tenía ante mi a una bella mujer, con unos pechos como dije antes que me parecía perfectos y una carita tan linda con una sonrisa que me parecía hasta erótica. Alisa obviamente es una tentación y creo que ella lo sabe. Fue ella la que resumía la plática:
    
    –¿Te gustó el masaje?
    
    –¡No me gustó, me encantó! -le dije mientras ella me daba una sonrisa.
    
    –Para serte honesta, a mí también me encantó. -decía con esa sonrisa erótica.
    
    –Me gustaría hacer otra cita para otro masaje. -le dije.
    
    –Lo podemos agendar si tu gustas.
    
    –¿Qué tal ahora… tienes tiempo?
    
    –Creo que lo que tú quieres es algo más que un masaje. ¿Me equivoco?
    
    –No… creo que lo intuyes muy bien. Después de lo que me has hecho vivir me gustaría sentirte como toda una mujer. – y me quedaba mirando con esa carita muy rica que tiene.
    
    –Tú eres un hombre que honestamente me atraes, pero nunca había hecho esto con cliente ...
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