Phuc de Vietnam (II)
Fecha: 14/02/2025,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Gab, Fuente: CuentoRelatos
... mis huevos, lo sentía, lo gozaba. Mi polla entró y salió dos veces más en ella mientras tenía el orgasmo. A la vez que Phuc dejó de gritar, aunque todavía encaramada a mí, la presión en mis huevos se hizo placenteramente inaguantable y como con un resorte, como si se hubiera abierto una compuerta que dejó salir en tromba toda la presión que se estaba almacenando en los huevos, el placer indescriptible pasó a la polla. Y la polla se sacudió. Fuertemente. Explosivamente. Esta vez fui yo quien gritó. Nunca había gritado al correrme. Me estaba corriendo dentro de Phuc al mismo tiempo que ella acababa de tener un orgasmo. Era la primera vez que me corría dentro de una chica sin usar protección. Y la sensación era muy diferente. Mi semen no estaba chocando con una pared justo delante de la punta de mi polla. No se estaba almacenando alrededor. Sentía que estaba lanzando mi semen dentro, lejos sin ser detenido por un plástico. Y me estaba gustando. Tras el grito que solté y con todavía semen en mis huevos, las dos últimas sacudidas las hice con una fuerza ya algo recuperada, como con rabia, queriendo lanzar mi semen lo más adentro posible. Phuc empezaba a aflojar su abrazo y bajar su cabeza otra vez sobre la cama. La última sacudida de semen que hice con fuerza fue mirándola a los ojos. Nos dimos un beso suave, cansado…de amor. Ella se soltó totalmente de mí para quedarse exhausta en la cama. Yo caí como un saco de patatas sobre ella. Los dos respirábamos profundamente.
Tras ...
... unos segundos me reincorporé, saqué la polla de dentro y rodé hacia el otro lado de la cama quedando boca arriba. No dijimos nada durante unos diez segundos. Los dos mirando al techo, recuperándonos, recobrando el ritmo normal de respiración.
Giré mi cabeza para mirarla. Ella la giró también. Compartimos una mirada y sonrisa cómplices. Estaba en paz.
- Escápate conmigo – dije – tú y yo
Sonrió otra vez y volvió a mirar al techo. Esa sonrisa que tanto me gustaba. No respondió.
Escuchamos el lloro de la niña, probablemente la habíamos despertado. Phuc se levantó y dirigió hacia el baño con la mano tapando su coño para que no gotease todo el semen que llevaba dentro. Qué mujer, qué guapa era, qué atractiva. Me estaba enamorando.
Se tenía que ocupar de su hija y yo de llevarme las cajas así que decidí que era momento de irse. Nos despedimos con un beso. En ese momento de verdad pensé que mi futuro estaba con ella y con esa idea me fui de la casa. Pobre idiota.
Me llevé las cajas pero no fui a casa de Nico. Las dejaría en el coche hasta que se aclarase mi mente. Pero lo que no podía evitar era volver a casa y encontrarme con Clara. No quería ni mirarla.
Esa misma noche corté con ella. No podría aguantar vivir una mentira. A pesar de que era una relación acabada, Clara no se lo tomó bien. Me interrogó entre lágrimas qué había pasado para dejarlo tan abruptamente. Me preguntó si fue por la noche anterior, le dije que no, que venía de más lejos… y ella lo sabía ...