1. David, el futbolista


    Fecha: 15/02/2025, Categorías: Gays Autor: RedMau, Fuente: CuentoRelatos

    David tiene ojos café claros, piel casi blanca, barba espesa aunque su cuerpo es lampiño, pelo castaño. Ciertamente es guapo, de cuerpo muy proporcionado y cierto carisma que le da cierto atractivo poco usual entre los hombres de la colonia donde vivo. Tenemos casi la misma edad, siendo yo mayor que él por casi 1 año. Durante mi adolescencia me masturbé muchas veces pensando en David y sus piernas musculosas mientras él jugaba al fútbol en la canchita del sector donde vivo. Nunca le hablé durante esos años, no hasta que yo tenía unos 26 y él cayó en las drogas.
    
    Cierta tarde de verano yo venía de comprar algo y decidí acortar camino a casa pasando por un sector algo solitario que solía tener grama muy crecida en ciertas partes y en otras restos de desperdicios que el viento arrastraba hacia ahí. Al dar la vuelta por una esquina vi a David sentado en un bordo no muy alto. Andaba una gorra azul, camiseta blanca y un pantalón corto (short decimos acá) color rojo. Al estar él sentado en ese bordo bajo, tenía sus piernas abiertas y sus rodillas separadas lo que hacía que su short se recogiera dejando expuestos esos muslos grandes y fuertes típico de los futbolistas, además que el short marcaba su pequeño bulto.
    
    “Hola brother” me dijo con su voz clara aunque trataba de ser forzadamente amigable. Nunca nos habíamos dirigido la palabra.
    
    “Hola” le dije entre asombrado y con algo de miedo.
    
    Lo vi a la cara y tenía el rostro algo descompuesto, parecía estar muy ansioso y sus ...
    ... ojos no podían quedarse quietos, sus pupilas dilatadas decían que pasaba por un momento difícil.
    
    “¿Tenés USD$5 que me prestés?”
    
    “No, no ando, estoy en las lonas” dije, deteniéndome y viéndole sus piernas abiertas
    
    “No seás así… porfa, prestámelos… no he comido…”
    
    “Ando una galletas…”
    
    “No, viejo… no te hagás… necesito algo de feria… porfa, ayúdame”
    
    Entonces entendí que quería decirme, que necesitaba ese dinero para drogas. Lo vi de pies a cabeza y vi lo hermoso que era y sentí una honda pena por él.
    
    “Lo siento, no tengo” y me retiré.
    
    Esa noche no dejé de pensar en David y lo que estaba pasando pero a la vez me excitaba haberlo visto tan cerca en un páramo solo y mi mente comenzó a volar pensando en las cosas que podía haber hecho con él ahí. Tanta fue la impresión que al día siguiente casi a la misma hora pasé por ese lugar esperando encontrarlo ahí, pero no estaba, lo que había eran unas colillas de cigarro y un condón usado tirado por ahí. De regreso a casa me prometí andar dinero siempre en la cartera por “cualquier contingencia” que podía ocurrir y que ocurrió.
    
    Una semana después venía de visitar un amigo y decidí pasar por el dichoso páramo y ahí estaba David, esta vez con un short azul aún más corto.
    
    “Hola viejito” me dijo con tono tranquilo
    
    “Hola”
    
    “¿Tenés $5 que me prestés?”
    
    “Puede ser pero me los vas a devolver?” dije y él guardó silencio
    
    “¿Verdad que no los va a devolver?” continué
    
    David seguía callado. Lo vi de pies a cabeza, ...
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