1. David, el futbolista


    Fecha: 15/02/2025, Categorías: Gays Autor: RedMau, Fuente: CuentoRelatos

    ... esta vez él estaba parado apoyado contra un árbol. Me vio con una mirada un tanto altiva y me dijo
    
    “Te la presto” me dijo tocándose la entrepierna.
    
    Esta vez yo guardé silencio.
    
    Se bajó un poco su short azul y me mostró su brief color blanco. Luego con su mano se apretó el bulto cual “chacal”
    
    “Dame $5 y te dejo me la chupés” dijo con cierto tono de orgullo que me molestó un poco.
    
    “Enseñá tu culo” dije secamente.
    
    Acá dudó y me dijo
    
    “No hago eso”
    
    “¿El qué?”
    
    “Enseñar mi… trasero”
    
    “Pero sucede que yo quiero eso y no quiero sólo verlo… vamos, se que te han cogido acá, no te hagás el mojigato”
    
    Él guardó silencio, comenzó a ver a uno y a otro lado como dudando.
    
    “No me han cogido…”
    
    “Te doy $10 y te disfruto por unos 15 minutos… en 15 minutos podrás ir a comprar más” dije más bien interrumpiéndole.
    
    “Vaya está bien” accedió.
    
    Me le acerqué a él. David bajó la vista avergonzado.
    
    “Tranquilo” le dije con un susurro.
    
    Caía la tarde y comenzaba a estar un poco oscuro.
    
    Lo acerqué con mis brazos y percibí su olor corporal. Su olor a hombre joven. Yo pensaba que él era más alto y corpulento que yo, pero yo era ligeramente más alto y más ancho de hombros. Le toqué sus glúteos y eran más pequeños que los míos. Con una mano en un glúteo puse la otra en un pectoral de él y ví que por sobre la camisa se le miraban más grandes de lo que en realidad eran. Los apreté y eran más suaves que los míos. Le di la vuelta y lo puse de cara frente al árbol. ...
    ... Le comencé a besar el cuello, notaba que a cada beso se le ponía la piel de gallina aunque él sólo cerraba los ojos y aparentaba no disfrutar del momento. En eso le toqué el bulto por encima de la ropa, no tenía erección, pero sentir su pene aguado y sus pequeños huevos me excitó muchísimo. Como decimos acá, le “arrimé” el pene sobre su trasero e hice como si lo estuviera penetrando, al tiempo que le metía las manos por debajo de la camisa mientras le apretaba los pectorales y le besaba el cuello. Él apenas jadeaba pero se dejaba hacer lo que yo quisiera.
    
    No aguanté más y le bajé un poco el short y quedó en calzoncillo. Sus glúteos se marcaban lujuriosamente. Quería jugar con ellos por encima de la ropa pero no pude más y le bajé un poco el calzoncillo. Dos glúteos blancos, redondos y duros aparecieron. Me ensalivé un dedo y se lo metí en el ano. Él resistió pero yo insistí. Finalmente el dedo entró en ese ano estrecho. Se lo metía y sacaba, se lo metía y lo sacaba. David apenas hacía un rictus de incomodidad.
    
    Me apiadé de él y le saqué el dedo, le di vuelta, me agaché y le empecé a mamar el pene, que era de un tono un poco más oscuro que el color de su piel, su pubis apenas tenía rastros de vello color castaño. Ya dentro de mi boca su pene adquirió cierta firmeza y vi que no era muy largo pero tenía un grosor notable. Mientras lo mamaba le tocaba los muslos que eran todo un portento, duros al igual que sus glúteos. Me excitaba el hecho que no tenía nada de vello ni en ...