Conociendo a Daniela III
Fecha: 16/02/2025,
Categorías:
Sexo con Maduras
Autor: joel34, Fuente: RelatosEróticos
... levantó y me abrazó. Entendí que mi gesto la había conmovido, pero no me dio tiempo de pararme y así, sentado, quedó mi cara pegada a sus turgentes pechos.
-Es usted el mejor. De verdad gracias.
Sentí que mi miembro intentaba salir de su guarida cuando el flujo de sangre se acumuló en él. Ahí entendí que debía hacer algo para comprobar si había interés de ella en mi o si acaso era mi imaginación exacerbada. Me levanté y la abracé a mi vez. Lo hice fuerte, para que ella sintiera mi erección y, por un momento, me pareció que estaba complacida.
-Doctor-La escuché decir y la apreté un poco más. De nuevo su perfume me hizo perder los sentidos.
De pronto ella, como si se hubiera percatado de que hacía algo indebido, se separó. Estaba agitada y su cara estaba de un rojo encendido, pero consiguió sentarse de nuevo. Me preguntó entonces, como si esto último nunca hubiera ocurrido, que pasaría el día siguiente. Yo aún alcance a ver el triángulo que se dibujaba en mi pantalón, pero la súbita confusión me hizo retroceder.
Le respondí un tanto frustrado, mientras tomaba aire:
- Después de clases veré que te acompañe uno de mis socios a levantar la denuncia.
-¿No me va a acompañar usted?
-Mañana tengo la agenda llena, pero no te preocupes: mi socio es experto en materia penal.
Ella se quedó callada viendo el plato que tenía frente a sí. Pareció contrariada cuando respondió:
-Esta bien. Será como usted diga.
-Perfecto. Le diré que vas a la oficina del fiscal ...
... alrededor de las 3:00. ¿Te parece bien?
-Si. -Dijo poco convencida. -Entonces así será.
Todavía estaba excitado viéndola comer.
-Danny.
-Dígame doctor.
-Primero que nada, no quiero que me sigas hablando de usted. Estamos cenando, en mi casa, como conocidos de toda la vida. ¿No te parece excesiva tanta formalidad?
Ella volvió a esbozar una breve sonrisa.
-Creí que nunca me lo ibas a pedir.
-No te tenía tanta confianza...pero bueno, ya que la estamos teniendo, quiero decirte algo más.
-Dime.- Pidió ella, y en su rostro pude leer la expectativa.
-Me gustas. En serio me gustas mucho.
Tardó en contestar, y eso me hizo sentir incómodo.
-Ahora mismo, con lo de mi ex novio y eso, Joel, no sé. Tu también me agradas mucho, pero vamos a ver ¿vale?
-Sin problema Danny. Y tienes razón. Ahora lo más importante es que estés bien.
-¡Que lindo, muchas gracias! -respondió ella al tiempo que se levantaba de la mesa. -Ya me voy a dormir. Dale las gracias a la Sra Lupita por su guiso.
Le sonreí por cortesía y la vi alejarse hacia la recámara. Al escuchar el picaporte de su puerta cerrarse me sentí miserable.
Al fin era obvio que su coquetería obedecía a otra cosa. Quizá Danny solo era extremadamente femenina. O tal vez algún mecanismo de defensa, yo que sé. Cualquier motivo excepto que ella quisiera algo conmigo. "Tu también me agradas" había dicho, y no me sonó bien. Agradar se puede ocupar para describir lo que se siente con un día de sol, o ante ...