1. Acudiendo a la cita con el quiosquero (Parte 2)


    Fecha: 31/10/2018, Categorías: Gays Autor: danisampedro91, Fuente: CuentoRelatos

    ... polla, vientre y estómago, mientras me seguía cabalgando con su mástil ensartado en mi culo.
    
    Yo estaba con los ojos cerrados, la boca abierta cayéndome la baba mientras gemía y deliraba de tanto gusto que estaba sintiendo. Tuve que apoyar la cabeza en el sofá, ya que las piernas me empezaban a fallar, temblaba como si me hubiera dado un ataque epiléptico.
    
    Ay maricón que gusto, ay que gusto me estás dando. Joder que culo tienes pedazo de maricón, que gusto me da follarlo, gritaba una y otra vez el quiosquero, sin parar de culearme. Metía y sacaba una y otra vez su polla en mi culo, dándome unas envestidas que me hacían bambolear sobre el sofá, como si fuera una marioneta.
    
    Ya hacía buen rato que yo me había corrido, cuando el quiosquero, incrementando la velocidad de su cogida, empezaba a gritar que se corría.
    
    Ya perrita, ya me voy a correr, ¡ohhh que gusto! ¡ohhh que gusto! Me corro, me corro, ¡ooohhh me corro! Gritaba el quiosquero, llenándome el culo por segunda vez con su esperma.
    
    Cuando terminó de soltar toda la leche en lo más profundo de mis entrañas, sin sacarme la verga del culo, apoyó su cabeza sobre mi espalda, y mientras me acariciaba con sus manos, iba besándome por toda la espalda.
    
    Quedamos, así como estábamos, el encima mía, abrazándome y besándome y mordisqueándome la espalda y hombros, recostados sobre el sofá, mientras poco a poco íbamos recuperando el aliento y normalizando la respiración.
    
    Una vez repuestos, el quiosquero se levantó ...
    ... dejándome que me sentara sobre el sofá, cogió una manta que estaba doblada en el otro sofá, la desplegó haciendo que me tapara con ella, mientras él, llevaba las bolsas que había dejado en el suelo, a la cocina. No tardó ni 5 minutos en estar de vuelta, traía 2 vasos con 2 cervezas, y unos trozos de pan y un poco de fiambre.
    
    Colocó lo que traía sobre la mesita, encendió la televisión y el vídeo que tenía, insertó una cinta en él, poniéndola a reproducir.
    
    Después de poner en marcha la cinta de vídeo, se sentó a mi lado, me abrazó a él tapándonos ambos con la manta, y mientras veíamos la cinta de vídeo; por supuesto era porno gay; bebimos las cervezas y comimos el fiambre.
    
    Entre bocado y bocado, el quiosquero no dejó nunca de meterme mano, me abrazaba a él, me mordisqueaba por todo el cuerpo, me lamía los labios y metía su lengua en mi boca, unas veces llevaba cerveza en su boca, otras me pasaba trocitos de fiambre con la boca.
    
    Una vez terminamos de comer y beber, mientras terminábamos de ver la cinta de vídeo, fumamos un par de cigarrillos, llevándome luego el a su dormitorio.
    
    Vamos para la cama que allí estaremos mejor, dijo mientras separaba la manta que nos cubría. Me agarró por el brazo sujetándome por la muñeca, tiró por mí haciéndome que me levantara, me rodeó con sus brazos abrazándome por la espalda, llevándome así abrazado para su dormitorio.
    
    Ven mi perrita, me susurraba poniendo su cabeza sobre mi hombro, mientras me iba mordisqueando la oreja. Vente ...