Amante se busca: Atrapados en las redes del placer
Fecha: 24/02/2025,
Categorías:
Infidelidad
Autor: vule69, Fuente: CuentoRelatos
... conozco al dueño, pues con su hijo juego fútbol. No están tan lejos, pero si no tienen prismáticos, es imposible que hayan distinguido que estás desnuda, si eso es lo que te preocupa.
Magali: y qué pescan?
Yo: de estas aguas sacan piure, lapa, erizo, jaiba, almeja, lenguado, dorado y caballa…
Magali: me encantan los erizos, Dani. En la ciudad pasemos a comprar, ya?
Yo: y por qué esperar… además, no trajimos nada para almorzar…
Me paré y al mismo tiempo que caminé hacia la orilla, iba moviendo los brazos y silbando lo más fuerte que me daban los pulmones. Debido a la ausencia de viento y la relativa cercanía en la que realizaban sus faenas, lograron escucharme. Apuntaron la proa hacia la orilla y comenzaron a remar.
Estaban más lejos de lo que aparentaban. Luego de esperarlos por un par de minutos y notar que no se habían acercado, di media vuelta, dirigiendo mis pasos hacia mi fogosa colorina. Magali dormía profundamente sobre una esquina de la toalla. También en su durmiente desnudez, la señora de Jaime era hermosa, sexy, tierna y exótica.
No recuerdo cuanto rato velé su sueño, pero al menos fueron 20 minutos, tiempo durante el cual cambié la sombrilla de lugar con el fin de no exponer en demasía la blanca piel de Magali. Un fuerte silbido me sacó de mis ensoñaciones.
En la orilla, el bicolor bote encallaba su proa. Bajaron de él mi amigo y dos ayudantes, evidentemente más viejos que todos nosotros. Dejé a Magali durmiendo para reunirme en la orilla ...
... con Miguel y sus compañeros.
Miguel: car’e cuico infeliz… eres un suertudo desgraciado… tremenda mujer tienes…
Yo: no se te quita lo sapo, Micky… hola… soy Daniel.
Miguel: el gordo se llama Antonio y al alto, le dicen coipo… y por favor, no me preguntes por qué, porque ni él se acuerda.
Yo: jajaja…
Miguel: para qué me llamaste?
Yo: tienes erizos…
Miguel: cuántos quieres?
Yo: unos cuantos… te deposito desde la casa…
Miguel: por favor, bro… te los regalo.
III
Resultó que Antonio era un hombre pelado, bajo, regordete de 45 años y con un agudo sentido del humor. En tanto, el coipo todo lo contrario: silencioso, alto, fornido y con 51 años en el cuerpo. Conversamos de lo usual entre hombres, es decir, deportes y mujeres.
Antonio: por ejemplo, yo nunca he tenido una mujer como la tuya, Dani…
Coipo: tendrías que pagar dinero para ello y en tu caso, con lo feo, sería el doble de la tarifa normal…
Todos: jajajaja…
Miguel: en mi caso por ella, pagaría lo que me pidiera…
Yo: wena Rockefeller… esperen acá voy y vuelvo… voy a dejar los erizos y ver cómo está Magali.
Desde donde nos encontrábamos del único modo que se veía la playa a unos 30 metros era parándose. Lo primero que divisé fue la sombrilla. Detuve mi marcha al ver a Magali, bajo la sombra, en cuatro patas, apoyando el peso en su hombro derecho, de espalda a mi ubicación, con su culo parado y dos dedos incrustados en el coño en un vertiginoso mete y saca.
En el instante que ...