1. La vecina (2)


    Fecha: 25/02/2025, Categorías: Confesiones Autor: JORGEFAG, Fuente: CuentoRelatos

    ... liberar sus tetas de la lencería, brotando libres, alegres, mostrando sus pezones duros, oscuros, que invitaban a ser devorados.
    
    No me hice del rogar de la invitación y comencé a mamarlos con gran desesperación, haciendo sonoros chupetones en sus pezones ya acto seguido lamiendo alternadamente cada uno de ellos, mientras mis manos amasaban cada una de esas hermosas pelotas de carne, dejando una marca de grasa sobre su piel blanca, que ya no se distinguía la forma de quien había dejado esa marca.
    
    Ella disfrutaba el festín que me estaba dando con sus senos, abrazándome para atraerme hacia ella, como queriendo que sus senos cupieran por competo dentro de mi boca, cosa que jamás fue posible.
    
    Ella se deleitaba con mi tarea, bamboleando sus senos sobre mi cara, dándome unas cachetadas de satín, rematadas con un botón duro de color más oscuro.
    
    Cuando llene de comer tetas, separe mi boca y le ordene:
    
    -No te hagas pendeja, págame con tu culo
    
    Ella comenzó a realizar un movimiento de sube y baja, con la ayuda de sus brazos apoyados en el borde de la mesa, cada movimiento lo realizaba con sumo cuidado, externando gestos de incomodidad, cada vez menores.
    
    La tome con una mano en cada nalga mientras le espete:
    
    -Deja de hacerte la pendeja
    
    Comencé a acelerar sus movimientos elevándola con mis manos y soltándola para que cayera por acción de la gravedad sobre la raíz de mi tronco.
    
    Ella emitió un grito de dolor, mismo que se fue transformando en un gemido de ...
    ... placer, después de algunos cuantos vaivenes de su culo sobre mi camote, los gritos ya eran de placer total, sus ojos cerrados, sus manos sobre mis hombros y su boca diciéndome:
    
    -Que rico coges papi, quiero que vengas a reparar todo lo de mi casa, te quiero tener metiéndome la verga todos los días.
    
    -Claro que si puta, sé que te encanta mi verga
    
    De nuevo se incrementó la velocidad del ciclo de movimiento de su culo, hasta que le dije, “voy a venir perra”
    
    Ella de inmediato contesto: “si papito lléname el culo de leche”
    
    Pero de inmediato le conteste: no, esta vez no.
    
    La desenchufe de mi miembro y la obligue a acostarse sobre la tabla de la mesa y comencé a jalarme con furia el camote, mientras ellas con la boca abierta me pedía:
    
    -¡Dámelos papito, dámelos!
    
    Finalmente un chorro de esperma salió de mi verga, depositándose en su estómago y tetas, mientas ella se sacudía ante lo que parece fue un último orgasmo, después de liberar la última gota busque mi pantalón y saque mi teléfono, mientras le decía:
    
    -Me voy a llevar una foto tuya para ponerla en mi taller, así con el contraste de la grasa negra y mi leche blanca sobre tu cuerpo.
    
    Tome varios ángulos de su cuerpo, guarde el teléfono y empecé a vestirme y a juntar mis herramientas, entre tanto ella se reincorporaba.
    
    -Bueno vecinita, puede decirle a su maridito que no me quedo debiendo nada, que su honra está a salvo.
    
    Ella mientras tanto, tomo sus braguitas llenas de grasa y de jugo de vulva, extendiendo ...