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La vecina (2)
Fecha: 25/02/2025, Categorías: Confesiones Autor: JORGEFAG, Fuente: CuentoRelatos
... preguntándole: -¿Qué pasa vecina? -¡Por favor ayúdeme, empezó a oler a gas la cocina, me asuste y no sé qué hacer! De inmediato me dirigí dentro de su casa, llegue a la cocina y ventile de inmediato el lugar, abriendo puertas y ventanas, mientras pregunte: -¿Dónde está el tanque de gas vecina? Me señalo con la mano, fui y cerré la llave de paso para que el gas no siguiera escapando. Regrese y trate de tranquilizarla: -No se preocupe vecina, vamos a esperar que se ventile un poco Por lo que salimos al patio trasero a esperar que se ventilara la casa un poco, empezamos a platicar de trivialidades (el clima, la escuela de los chicos, las tareas domésticas, etc.) mientras iba pasando el susto del momento, por lo mismo no lo había notado, pero en un momento regreso el morboso que vive en mi y pude darme cuenta; la vecina estaba radiante; cabello largo color castaño, un vestido entallado color mostaza (un tono de amarillo en mi cerebro de hombre) , con pequeños dibujos en color rojo, corto de las piernas y corto del busto, no sé de donde aparecieron porque no las había visto, pero se destacaban un tremendo par de tetas que parecía deseaban escapar del vestido (tal vez tenían calor), eran redondas, desafiaban a la gravedad, hermosas. Mientras me devoraba con la mirada sus tetas note que ella me miraba fijamente, al sentir su mirada me sentí descubierto, ya se dio cuenta (pensé), pero estaba mirando fijamente mis manos y mis brazos que estaban llenos de ...
... grasa (del automóvil que estaba reparando). Hubiera pensado en una mirada de reprobación, por la posibilidad de que pudiera manchar algún mueble o las paredes de su casa, pero no, era una mirada de deseo, si no fuera yo tan distraído pensaría que ella imaginaba ser tocada por mis manos sucias (imposible de saber, pensé) Paso el tiempo prudente para disipar el olor a gas, por lo que me di a la tarea de checar donde fue que se originó la fuga, después de varios minutos pude deducir que se trataba del tubo que conecta con la estufa donde se generó el desperfecto. -Voy a casa a buscar una manguera de repuesto y herramienta para hacer el cambio vecina (dije al tiempo que con mi mano toque su brazo), solo para comprobar mi teoría. Ella volteo a ver su brazo, donde quedo una pequeña mancha de grasa, al mirarla, lejos de molestarse note que su rostro se sonrojaba levemente, mostrando una sonrisa de complacencia. Fui a mi casa por lo que necesitaba para realizar la reparación, y se me ocurrió llenarme más aun de grasa, convencido de mi teoría. Regrese con las cosas que necesitaba y una capa más de grasa en mis manos y brazos para ver la reacción de la vecina, según mi teoría, le provocaría una excitación y si no, al menos le haría pagar el favor haciendo limpieza a fondo. Me recibió de nuevo en su puerta, se adelantó hacia la cocina, para que yo fuera detrás de ella, admirando el sensual cotoneo de su trasero al caminar, haciendo perfecto ritmo al mecerse de su larga ...