Reencuentro con Fede y el final de la fiesta bondagera
Fecha: 03/03/2025,
Categorías:
Gays
Autor: Necko23, Fuente: CuentoRelatos
... ese material, a pesar de mis muecas no había posibilidad de que se despegara. Proteste en vano, solo sonidos guturales eran posibles
Sentí que atravesamos un portón bastante pesado; por fin el auto se detuvo. Se escuchaba música instrumental de fondo, algunas personas, pensé no más de seis, conversaban a la distancia. Federico me ayudó a descender del auto. Alguien se acercó, sentí pasos aproximándose .
Bienvenidos, están aquí para disfrutar de una noche única- nos recibió una voz aguardentosa. Federico me descubrió los ojos. Un hombre calvo y regordete me miraba de cerca como inspeccionando…
Bonita perra, Señor Naranja- felicito a Federico colgando su pesado cuerpo del hombro. Intenté hablar pero mis palabras salieron inentendibles, la cinta era efectiva.
Yo soy el señor Amarillo. Esta noche todos usamos colores… Está prohibido dirigirse a las personas por su nombre original. Tu preciosura- apretando su dedo índice sobre mi boca platinada por la mordaza-serás Rosa, ¿entendido?-. Gemi asintiendo con la cabeza. De un tirón, el dueño de casa me arranco la mordaza. Suspire amargamente de dolor, un rectángulo de rubor quedó instalado en mi rostro por unos minutos.
Federico me besó efusivamente y tomándome de las muñecas esposadas marcó el camino. Encontramos parejas de todo género a las que saludamos inclinando la cabeza.
Ya vas a ver, es todo nuevo pero te va a gustar- susurro Federico, alias el señor naranja, intentando tranquilizarme. Atravesamos lo que ...
... parecía una cancha de fútbol cinco, en uno de los arcos colgaba de los brazos un muchacho de mi edad; esposada al poste y con una bola en la boca, observaba lasciva una señora totalmente desnuda que podría ser la vecina cincuentona de cualquiera.
Federico me hizo arrodillar frente al muchacho que estaba encadenado al travesaño: era moreno y estaba totalmente desnudo, lucía una mordaza de cuero que no dejaba ver su boca.
El “Señor Naranja” me bajó los shorts y comencé a bezar y babosear su enorme verga, entre gemidos y tos, note que el muchacho tenía una impresionante erección. Federico me levanto por las axilas y me acomodo frente a nuestro espectador.
Si te gusta, chupala, no seas tímido.- susurro al oído.
Mire a la cara al moreno y este asintió. Despacio, con delicadeza bese y chupe el pene negro. Mientras seguía con mi tanda de gemidos y lengüetazos, desde el rabillo del ojo divisé a Federico cogiendose, por atrás y de parado, a la cincuentona que no paraba de mojar el suelo con la saliva.
Terminé mi asunto con el moreno y con la boca llena de leche espere que el señor Naranja acabara su faena. Por fin, le pedí que me lavara. En pocos metros encontramos un quincho; en la pileta, Federico me limpio la cara.
Es todo muy loco, nunca hice algo así… pero me calienta- susurre en la oreja a mi amado. Me deslicé con la boca por el torso del señor Naranja y bese su tetillas. Note que su pene estaba activado , en cuatro patas desde arriba de un sillón jardinero, lo ...