1. Juego impar


    Fecha: 01/11/2018, Categorías: Incesto Autor: CalmaSola, Fuente: CuentoRelatos

    La discusión había terminado y como de costumbre él había tenido la última palabra.
    
    O aceptas o esto se acabó. No voy a perder el tiempo, donde te encontré a ti, habrá más y seguro que mucho más complacientes y entregadas que tú...
    
    En otras ocasiones habían hablado del tema y ella siempre se había negado. Pero esta vez el dejó muy claros sus deseos.
    
    Si quieres ser mía, tienes que pertenecerme por completo y te guste o no, lo que me pertenece puedo entregárselo a quien quiera...
    
    Entre irse y aceptar, optó por lo segundo. Bajó la cabeza sumisamente, mientras en la cara de su Amo se dibujaba una sonrisa triunfante.
    
    Si accedía a ser entregada a otro hombre, simplemente porque así lo quería él, ya a pocas cosas se negaría. Había logrado que fuese suya completamente. El Amo estaba exultante en su alegría.
    
    Así era como ella había llegado a la situación en la que ahora se encontraba. Atada en cruz boca arriba en una cama, desnuda, amordazada y con los ojos vendados. Totalmente indefensa ante la voluntad de dos hombres. Uno era su Amo, el otro para ella era un desconocido, aunque según él le había dicho, era alguien de toda confianza.
    
    Lo que la tranquilizó no fue el grado de confianza que pudiese haber entre los hombres, sino el hecho de saber que su Amo estaría allí en todo momento y que participaría...
    
    Una cosa es dejar que te use otro hombre y otra cosa es desentenderme de lo que pueda pasar. Además será toda una experiencia para ti ¿ No crees ?
    
    De ...
    ... repente notó sobre sus pechos dos manos que se los oprimían sin piedad. Esa no era la forma de tocar de su Amo...
    
    El hombre se los estaba amasando como si quisiera deshacerlos. Eran grandes y no les conseguía abarcar, así que primero los estrujaba desde arriba y luego desde abajo.
    
    Tras esto, fueron sus pezones los que entretuvieron al hombre. Los pellizcó con fuerza hasta ponerlos duros y después se dedicó a aplastarlos entre sus dedos índice y pulgar como si quisiera juntar un lado con otro.
    
    A ella le dolía, pero apenas podía emitir unos amortiguados gemidos a través de la bola que la amordazaba...
    
    Estaba claro que el amigo de su Amo no iba a ser ni mucho menos delicado con ella.
    
    Por fin dejó en paz sus martirizados pechos durante un rato. Pero fue para dedicarse a su coño, el cual abrió con dos dedos. Tras esto encontró el clítoris y lo pellizco fuertemente. Hasta que ella se debatió sobre a cama en un intento de escapar a la tortura. Entonces él se dedicó a jugar con su pequeño nódulo apretándolo hacia dentro como si fuese un botón. Esto no le dolía, pero le resultaba molesto.
    
    Entonces sintió algo que la hizo encorvarse por completo por el dolor. Fue como si le atravesaran el coño con una aguja. Sólo era una pinza, pero nunca había sentido nada así. Su Amo jamás se lo había hecho. Tras unos segundos la sensación se hizo insoportable y comenzó a mover las piernas en un desesperado intento de que la pinza se soltase, pero eso no ocurrió, estaba bien ...
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