Una sesión fotográfica con los 5 sentidos
Fecha: 07/03/2025,
Categorías:
Erotismo y Amor
Autor: MathewDream, Fuente: CuentoRelatos
... listos: Ella, con un caramelo y sus labios sutilmente pintados para la ocasión de un tono rosado pastel, que hacía juego con sus ojos azules claros, y yo, con mi cámara y el zoom de la misma, atento para captar al detalle como mi amiga saboreaba aquella golosina. Dispuesto para la captura de imágenes. Y fue tan extrañamente excitante que resulta difícil contarlo. Aunque haré a pesar de todo, un esfuerzo e intentaré transmitirlo con total precisión.
Tras colocar una iluminación sutil con luz principal y de relleno para que resaltara todos los detalles, desde el primer momento en que centré la lente de la cámara en su boca y se acercó el caramelo para pasar su lengua sobre él por primera vez, me hizo sentir escalofríos. Lo chupaba con cuidado dejando simplemente que sus labios resbalaran sobre su superficie y luego se relamía para notar el sabor de los restos que le pudieran quedar. Se acomodaba las comisuras sutilmente con los dedos de su mano derecha y se humedecía haciendo que la saliva incrementara el brillo de su pintalabios. Mordía también el caramelo con cuidado y le dejaba una pequeña muesca con sus perfectos incisivos. Solo con esos pequeños gestos, me estaba poniendo tan malo, y en tan poco tiempo, que no podía creérmelo.
Qué gran momento fue aquel en el que rodeó la golosina describiendo círculos con su lengua y, después de un largo lametón, recogió la saliva que goteó un poquito extendiéndola por el caramelo con chupetones suaves. Se lo pasó despacio rotándolo ...
... como una rueda por sus labios, recorriéndolos de izquierda a derecha y de derecha a izquierda mientras entrecerraba sus ojos y parecía gozar realmente de aquello. Le dio un beso húmedo dejando que su boca se cerrara con lentitud para que mi cámara pudiera captarla y finalmente, la puso en forma de “o” e hizo girar el dulce mientras lo succionaba un poco haciendo un ruido muy sensual, hasta que de repente… Se empezó a reír.
—¡¿Pero qué te pasa?! ¡¿Has sacado alguna foto?! —Me dijo sin parar de reír.
Y yo, entre excitado y descompuesto por todo lo que acababa de ver en primer primerísimo plano a través de la lente de la cámara, no supe ni contestarle.
Todo estaba siendo demasiado para mí, y es que las imágenes no eran lo único. La voz y la risa de mi amiga, era algo a lo que yo era secretamente adicto. Guardaba audios en mi teléfono para escucharla cuando tenía ganas de sentir como se me erizaba la piel. Digamos, para que se me entienda, que cuando ella hablaba en tono relajado y divertido, cada vez que cogía aire sonaba como un pequeño y sutil orgasmo, que se unía después a una vocalización perfecta y una forma dialogar tranquila, que te hacía sentir como si te masajeara la mente con un erotismo inefable.
Pero bueno… El caso es que Marta, se fijó entonces en que su provocación había hecho estragos en mí y ya se me empezaba a notar un poco en el pantalón que me había distraído de mi papel de fotógrafo profesional “capta-labios” y había identificado la situación del ...