Turno de noche
Fecha: 09/03/2025,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
Hacía poco tiempo que le habían enseñado a llevar las traspaletas eléctricas y menos aún desde que tenía el carné que hacía falta para manejarlas. Era la primera vez que iba a hacer el turno de noche, pero debido a su contrato como jefa de equipo, le podían pedir que se quedase como responsable del almacén, debido a que el compañero que habitualmente lo realizaba, se había ido de vacaciones. En estos casos, era un tercer compañero con el mismo puesto el que lo sustituía, pero justo esa noche de viernes tenía un evento musical y no podía. La semana siguiente sí que la realizaría el sustituto habitual, por eso Leyre tan solo tendría por el momento que ir esa noche. Ya le habían comentado que finalizando el verano, el turno de noche era muy tranquilo, la carga de trabajo empezaba a decaer y por lo tanto tan solo se tenían que encargar de realizar las últimas cargas de camiones de la semana y dejarlo todo limpio y recogido hasta el lunes por la mañana.
Cuando llegó a eso de las 21:45 p.m., aún estaba el jefe de almacén que realizaba el turno de tarde y alguno de los operarios que lo acompañaban, tras darle alguna pequeña directriz sin importancia, se despidieron de ella y la dejaron en compañía del otro trabajador que normalmente, por preferencia personal, compartía el turno de noche con los diferentes jefes de equipo que se quedasen al cargo. A este chico, Iván, ya lo conocía de sobra, pues durante el invierno, que tan solo hay turnos de mañana y tarde, había trabajado con ...
... él en muchas ocasiones. Hacía más o menos un año que Leyre trabajaba en ese centro. El anterior, de la misma compañía, había cerrado por motivos económicos y a ella, la habían reubicado manteniéndole el puesto y el sueldo en este otro, que casualmente, era el mismo en el que su marido ejercía como uno de los responsables. Hacía ya dos meses que a su marido lo habían ascendido pero con la contrapartida de haber sido colocado como jefe de almacén para un cliente nuevo, por lo que habían dejado de trabajar en el mismo lugar, aunque seguían estando en la misma empresa.
Tras tomarse un café para que le ayudase a aguantar esa única noche, fichó y se dispuso a comenzar su jornada que se extendería como máximo hasta las 6 a.m. Iván llegó muy justo de tiempo y aún con la ropa de la moto, el casco en la mano y la cazadora puesta, por lo que a prisa se cambió, dejó sus cosas en la taquilla y salió rápido a fichar.
- ¡Hombre! ¿Qué haces tú aquí pues? – Se sorprendió al ver a Leyre.
- Pues que me ha tocado, no podía ningún otro y me han dejado a mí esta noche.
- ¡Ah, bien, bien! Pues de puta madre…
- Para mi sueño no tanto…- Dijo ella.
- Bah…si solo va a ser un día, se pasa rápido. Si no te importa, como aún no hay camión para cargar, me saco un café y me echo un cigarrito rápido- Le pidió él.
- Ve, ve, no te preocupes.
Iván era muy simpático, gracioso y hablador, no tenía maldad ninguna. La verdad, no se le podía considerar muy listo, pero se llevaba bien con todo ...