1. Una madre especial: la mía


    Fecha: 04/08/2017, Categorías: Incesto Autor: LIGM, Fuente: CuentoRelatos

    ... alejaba hacia su dormitorio, me dio pena el que se sintiera mal, quería salir abrazarla y decirle cuanto la quería y que la apoyaba en todo pero era imposible, la imagen esa me venía a lamente una y otra vez, recuerdo que me puse casi a llorar y me dormí con la imagen de sus nalgas en mi mente.
    
    A la mañana siguiente me desperté pensando en lo que había pasado y una y otra vez la imagen de las nalgas de mi madre venían a mi mente, no pude más y casi avergonzado me fui al baño y me masturbe pensando en ella, al terminar me sentí mal, era como si todos mis principios se hicieran añicos.
    
    Por la tarde Milagros llego a casa y de inmediato nos metimos en mi cuarto, estuvimos haciendo el amor por varias horas, se me fue el tiempo y sin querer no me di cuenta de que mi madre había llegado, se dirigió a mi habitación seguramente para hablar de la noche anterior y nos vio desnudos en la cama, se puso de muy mal humor y le dijo a Milagros de que se retirara, discutimos y me fui con Milagros a la calle, al regresar me la encontré sentada esperándome para platicar .
    
    "no me gusta que Milagros este metida todo el día en casa, no me importa que tengan relaciones, es más lo veo algo normal ya eres un hombre, pero no quiero que te obsesiones con esta chica" dijo ella.
    
    "y a mí no me gusta el salir de mi cuarto y encontrarte casi desnuda con un tipo que te está tocando las nalgas" le respondí.
    
    Ella se puso roja de la vergüenza "es verdad discúlpame, te prometo que no volverá a ...
    ... pasar, pero quiero que sepas que mi relación con Francisco va a más" contesto.
    
    Me daba pena el estar así con ella así que le di un beso y le pedí disculpas.
    
    "anda vente conmigo a mi cuarto a ver TV, como cuando eras pequeño cuando te de sueño te vas" dijo ella.
    
    Nos fuimos a su habitación, mientras yo buscaba algo que ver ella se metió en el baño y se puso una bata de dormir, llego a mi lado y se recostó, me tomo los cabellos y empezó a hacerme cariño, yo me sentía feliz de estar ahí con ella, siempre que ella me hacía caricias yo me sentía el hijo más querido del mundo.
    
    No sé cuánto tiempo paso pero luego de un buen rato ella se durmió estaba muy cansada por el trabajo, yo me quede viendo un programa, estaba concentrado en la TV, en esos momentos vi cómo se giraba sobre su brazo y me dejaba una linda vista de sus piernas, pues la bata se le había subido casi hasta las nalgas, me quede mirando esa imagen preciosa de mi madre con el culito parado y sus nalgas casi asomando por debajo de la pequeña bata de dormir. No podía soportar tanto con mucho cuidado tome el filo de la bata y lo levante por encima de sus nalgas, el pene se me puso como una piedra al contemplar semejante espectáculo, era el culo más divino que había visto hasta ahora, el tamaño la forma y lo perfecto de sus curvas hacían que mi erección cada vez fuese mayor.
    
    Me quede mucho tempo mirándole las nalgas no me atrevía a nada más, quizás si sentía un roce o algo se hubiese enfadado así que solo me ...
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