1. Una follada rapidísima...


    Fecha: 13/03/2025, Categorías: Confesiones Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... solos...
    
    Fóllame... (Repitió...)
    
    La agarré por la cintura desde detrás...
    
    Busqué el botón de su pantalón negro, el uniforme de la tienda...
    
    Desabroché, bajé la cremallera y los bajé hasta sus zapatos... aprecie unos minúsculos calcetines de media...
    
    Olía muy bien, a hembra necesitada...
    
    Sus bragas eran verdes...
    
    Me encantaba ese verde contrastando con su piel blanca. Parecía el cuerpo de mi Marga pero con cinco centímetros más de altura del 1,59 de ella y veinticinco kilos más..., ella pesa 58 kilos y esta rubia pesaba al menos 75 u 80...
    
    Bajé sus bragas...
    
    Metí la mano.
    
    Bien rasurada, sin labios prominentes..., eran ocultos. Tampoco me disgustan...
    
    Estaba chorreando.
    
    Metí mis dedos anular y corazón.
    
    Era una buena concha, almeja, mejillón, coño...
    
    Se arqueó y gimió.
    
    Friccioné bien. Tuvo un orgasmo.
    
    Métela ya por favor... (Suplicaba)
    
    Mi polla estaba húmeda en su glande, pero no en su pliegue y cuerpo.
    
    Cogí sobrante de ella con la mano y me lubriqué.
    
    Incidí con un poco de saliva en mi palma..., y relubriqué mis pliegues y el cuerpo del glande y la primera parte del cuerpo de mi polla.
    
    Con mi mano, jugué en su apertura.
    
    Ladeé hacia arriba y hacia abajo..., intentando remojar mi glande.
    
    Noté su calor.
    
    Clavé la cabeza...
    
    Entró suave.
    
    Estaba ardiendo.
    
    Dió un respingo.
    
    Le bajé el torso con mi mano para buscar mejor el ángulo de penetración.
    
    Entraba sola.
    
    Gemía...
    
    Otro orgasmo...
    
    Empujé ...
    ... hacia dentro. Entró hasta el final.
    
    Bailaba dentro de ella.
    
    Con mi mano busqué su botón del placer.
    
    Jugué con él..., cual almendrita asada pelando su piel.
    
    No dejaba de menearme.
    
    La follaba a conciencia...
    
    Doble orgasmo... su vagina y su clítoris respondían...
    
    Me puse cachondo.
    
    Lo notó.
    
    Córrete... (Me dijo).
    
    Soy muy obediente...
    
    Mi leche salía a borbotones...
    
    Otro orgasmo...
    
    Joder que gusto me das..., calvito... Intuía que eras un vicioso, y no me equivoqué.
    
    No es el pintor..., es el lienzo... (La intenté halagar...)
    
    Yo seguía follando, la tenía aún dura.
    
    Imaginaba el néctar..., a temperatura corporal de 36,5...
    
    Prefiero comer caliente que frio.
    
    Aquella leche me llamaba..., aún estaba sin comer...
    
    Tomaré el aperitivo (pensé)
    
    Saqué mi trozo de carne aún muy entero...
    
    Tapé la boca de la cueva con mi mano.
    
    Le dije que se sentase.
    
    Bajé la tapa del inodoro.
    
    La acomodé y subí sus piernas, sin abrir la puerta de su cueva llena de leche...
    
    Bendito coño que empezaría a desalojar de inmediato.
    
    Metí mi cabeza entre sus muslos.
    
    Sus piernas descansaban en mi espalda, aún unidas por sus pantalones y bragas.
    
    Devoré aquel coño caliente, húmedo, frugal y lleno de esencias gloriosas...
    
    Comí, lamí y chupé intentando darle placer...
    
    Encontré un clítoris enorme, rosado, puntiagudo y duro...
    
    Devoré con mi lengua mientras varios lengüetazos de elixir entraban en mí...
    
    Tragaba, sorbía, chupaba y al mismo ...