1. Una follada rapidísima...


    Fecha: 13/03/2025, Categorías: Confesiones Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... tiempo lamia aquel punto de placer...
    
    Un gemido agudo...
    
    Otra vez me corro.. (Decía mi amante rubia oronda, sin llegar a obesidad...)
    
    Había tenido hijos..., lo notaba por sus estrías y la cicatriz de una cesárea moderna, aún no le había tocado las tetas ni mamado sus pezones...
    
    Tenía interés...
    
    Desabroché los botones de su camisa gris.
    
    Un sujetador a juego con sus bragas albergaban sin poder esconderlas totalmente..., dos soberbias tetas, también con unas pocas estrías..., seguramente por el aumento de volumen en la época de amamantamiento.
    
    No podía desabrocharlo por la posición y no dudé en sacar las tetas de sus dos celdas...
    
    Allí aparecieron dos soberbios pezones rosados, redondeados, no muy grandes pero duros, con un poco de pelusilla dorada en sus aureolas...
    
    Me encanta ese detalle.
    
    Toqué, lamí y devoré...
    
    Buenas tetas, adorables y frescas en comparación con su coño...
    
    Era un refrigerio para mi caliente boca...
    
    Métemela..., otro poco.
    
    Me acomodé para cumplir sus deseos.
    
    La tenía nuevamente como una piedra.
    
    Era posición incómoda pero lo hice...
    
    Con las piernas a medio genuflexionar, le clavé la polla y la follé como hinchando un balón con la bomba de inflado..
    
    Volvió ...
    ... a correrse...
    
    Yo también...
    
    No dudé en sacarla, arrodillarme y lamer esta última corrida...
    
    Me encanta, como saben...
    
    Amigos que locura...
    
    Habían pasado tan solo 45 minutos desde el comienzo de la sesión y habíamos hecho un buen marcador... El follador..., dos orgasmos... la folladora..., al menos seis... (Había perdido la cuenta..., seguramente abstraído por la comida de néctar...)
    
    Terminemos..., estoy satisfecha y algo incomoda... (Dijo)
    
    Claro que si..., cariñó... (Dije)
    
    Mientras la follaba me acordaba sentimentalmente de Mía Sara.
    
    Nos reincorporamos.., la ayudé a vestirse...
    
    Le pasé un tozo de papel para que se limpiase...
    
    Me dió las gracias.
    
    Nos besamos.
    
    ¿Quedamos otro día? Lo pasé genial. Me gusta como comes el coño...
    
    Cuando quieras. Yo también lo pasé bien. Tu también comes la polla muy bien...
    
    Ella salió primero.
    
    Esperé unos segundos y salí yo.
    
    Mientras subía las escaleras de acceso a la planta de oficinas..., recordaba morbosamente a la “gatita”..., mi nueva amiga...
    
    Nuestras miradas se volvieron a cruzar en el pasillo.
    
    Me sonrió maliciosamente...
    
    Amigos, no podía dejar de contarlo en este momento. Voy a comer algo.
    
    Hasta la siguiente historia sexual... 
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