Tu madre, nuestra puta (5)
Fecha: 17/03/2025,
Categorías:
Dominación / BDSM
Autor: Relatador2022, Fuente: CuentoRelatos
... mano a los nuestros, aquello debía de estar doliéndole un huevo, bueno uno no, los dos.
"Pues has de saber que para poder hacer frente a tu deuda, he tenido que prostituirme, si, hijo de la gran puta, convertirme en una puta, por ser tan estúpida de ayudarte un día", le retorcía los huevos mientras se lo decía, "me han pegado, vejado, humillado, ultrajado; he tenido que beber la orina de tíos, solo por su diversión, y todo porque un día confié en ti, y te digo esto con mi hijo y sus amigos delante, que por cierto ayer cuando se lo conté me dijeron que disfrutarían sacándole las entrañas y haciéndotelas comer si te encontraban, y mira por donde, van a poder cumplir su deseo, te hemos encontrado".
“Pero antes de que ellos te saquen las entrañas, yo quiero demostrarme a mí misma, que no tienes huevos y que si los tienes no deberías de tenerlos. Pablo y Javier, ¿podéis sujetar a mi amigo?
Le cogimos de los brazos.
“Oscar, ¿has traído la navaja?”, preguntó Marisa.
Oscar no contestó, solo la sacó del bolsillo y se lo dio a la madre.
“Bien” dijo Marisa recogiendo la navaja con una mano y abriéndola.
“En esto de ahora tengo mucha practica”, le dijo mientras le desabrochaba el botón del pantalón, y le bajaba la cremallera. “Vamos a ver que tenemos aquí”, le dijo bajándole de una los pantalones y los calzoncillos, “anda mira, si tenemos aquí unos huevillos y una colilla”, le dijo mientras se los tocaba con una mano.
“Sabes, me llevo una sorpresa de ver que ...
... tienes aquí dos huevillos, pero estarás conmigo en que no deben de estar aquí, demostraste no tenerlos dejándome sola con este marrón.”, mientras decía esto, cogió la navaja y se la puso en los huevos a Manuel. Nos mirábamos con cara de, ¿Será capaz de cortárselos? Ella evidentemente estaba disfrutando pasándole la navaja por los huevos, a la vez que, con un dedo de la otra mano, le daba en la pollita, como dijo ella.
“No has demostrado tener huevos al volver, y no dar señales de vida con tu vieja amiga”, la navaja cada vez presionaba más los huevos de Manuel, a la vez que, con la otra mano, ya había cambiado el toquecito con el dedo en la polla, por hacerle una pequeña masturbación con la mano. La verdad es que la escenita era de órdago, a mí por lo menos me estaba poniendo muy burrito.
“Uhy, mira, si le está creciendo la pollita. Sabes, a lo mejor, mientras te corto los huevos, te hago una mamadita, a ver si te corres, tengo curiosidad por ver si aún te corres sin huevos.”
Era evidente, que, en ese ambiente, Marisa, no tenía ningún problema le había puesto cachondo a Manuel, y seguro que también a nosotros tres.
“Bueno allá vamos, espero que no te duela mucho Manuel, o si no, sí, que te duela muchísimo”
Manuel intentaba zafarse de nosotros, pero sin conseguirlo. Tenía cara de pánico, sabía que Marisa tan cabreada, como estaba no dudaría en cortarle los huevos. Marisa le cogió uno de los huevos con una mano, estirándoselo a tope y le puso la navaja en la base del ...