Mi novia Lena (II): La cita muy especial
Fecha: 18/03/2025,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Jano, Fuente: CuentoRelatos
... mi pecho! – grita John abrazándola como un oso. Estás muy cachonda, verdad? Noto tus pezones tiesos!
—Hmmm, es que… la blusita es muy fina! – se excusa Lena.
—Papá, está muy mojada! – exclama Óscar que le levanta la falda y acerca su mano a la vulva – Su coño rezuma!
—Ya les dije que mi esposa es muy…
—Muy puta! – dice John.
—Oh, eso no, por favor! – se queja mi novia.
—No, no, es sólo que… le gusta el sexo, verdad, amor?
—Sólo con mi novio!
—Dirás con tu maridito! Pero estos señores son muy amables contigo y esto te pone cachonda, verdad?
—No, no, ya está, basta ya. Ay, pero, qué? – Lena nota que el joven le introduce un dedo en la vagina y empieza a moverlo hábilmente – Oh, hmmm, basta! Oh!
—Papá, a la esposa del señor K le resbala el flujo por los muslos y empapa sus medias!
—Pero qué mujer! – John abre la blusita de mi novia arrancando los botones y se amorra al escote y empieza a olerlo, a lamerlo y a besarlo.
—Ya está, ya está, señor K, por favor, dígales que paren!
—Helena, mujer! – el jefe acerca sus labios a los de mi chica y la besa primero cariñosamente, luego le introduce la lengua y la besa apasionadamente, sin cesar.
—Oh, señor K! Oh!
—Esposa mía, amor!
—Hmmm, amor, sí, señor K! – se siente morir besando a su deseado jefe mientras John ya le ha arrancado el sujetador y le agarra los dos pechos y los sorbe con placer y Óscar ya le penetra la vagina con todos los dedos de una mano – Ah, por favor! No puedo, ay, ...
... ah, me voy, me voy!
—Oh, pero si… ya se corre! Su esposa es la bomba! – se admira Óscar son su mano empapada del flujo de mi novia, que resbala por las elegantes medias.
—Que guarrita es su mujer! – ríe el padre mientras masajea, chupa y mordisquea los pechos, aureolas y pezones de Lena – Que tetas más sabrosas tiene! Hmmm!
—Bueno, uf, ya está! Uf! – dice mi novia apartándose de los tres hombres.
—Eh, pero qué dice, señora?
—Usted ha disfrutado, y mucho. Ahora nos toca a nosotros, verdad, hijo?
—No, no, señor K, dígales a estos caballeros que ya basta. Soy… su mujer… usted no permitirá que…
—Helena, mujer, basta de hacerte la puritana! No le hagan caso, señores. Ella se muere de ganas de follar con ustedes. Sólo que finge ser una buena esposa.
—No, no, yo me voy. – exclama bajándose la falda que tenía en la cintura y cubriendo su pecho como puede.
—Helena, no vamos a quedar mal con los señores! Tú has tenido tu dosis de placer y ahora les toca a ellos.
—Tengo n… tengo un marido… soy una buena chica!
—Tu marido soy yo, y me encanta que estés con estos señores.
—No voy a follar con ellos, no, nunca! – dice al oído de su jefe.
—Vamos a quedar mal con ellos!
—Eso es cosa suya! Que follen con su mujer si quiere!
—Pero que dices! Ella nunca permitiría eso! Y yo no lo permitiría!
—Pues yo me voy!
—Bueno, espera, a ver… mira, sigue mi juego… espera.
—Usted y sus juegos!
—Señores, mi mujer me dice que se muere de ganas de… de ...