1. Trio lésbico con mi hermana y mi prima (parte 2)


    Fecha: 22/03/2025, Categorías: Incesto Autor: Martina Paz, Fuente: CuentoRelatos

    Dejo al final de este relato el enlace a la primera parte del mismo.
    
    (…) La incomodidad de darnos placer en ese lugar, se veía totalmente vencida por el morbo que sentíamos. Más allá de la relación incestuosa, el hecho de estar en un lugar casi público, le daba un plus extra (…)
    
    (…) Agitadas, nos besamos con ternura, hasta que un golpe en una de las ventanillas nos devolvió a la realidad. Giramos instintivamente nuestros rostros hacia ahí y nos encontramos con las miradas libidinosas de dos policías. Nuestros corazones se detuvieron de inmediato, al mismo tiempo en que dejamos de respirar.
    
    ─Señoritas, abran la puerta, por favor ─dijo uno de los policías.
    
    Nos miramos entre nosotras sin saber qué decir ni cómo actuar. De la siguiente secuencia, no tengo memoria. Cuando reaccioné, estaba sentada en el asiento de atrás, temblando y cubriéndome el cuerpo con mis piernas, mientras con mis brazos las rodeaba con fuerza. El auto avanzaba a gran velocidad por la carretera, mientras mi hermana, a mi lado, colgada de los asientos delanteros, le gritaba en estado de histeria total a mi prima:
    
    ─¡Pará boluda, nos vas a matar!
    
    Después del increíble momento de placer que habíamos vivido, ahí estábamos. Desnudas, avanzando a toda velocidad, con mi prima al volante, manejando por primera vez en su vida. Una mezcla de excitación y adrenalina me hacía sentir como si flotara en una extraña nube de desconcierto. Giré mi cabeza y vi detrás avanzando a toda velocidad a un vehículo ...
    ... policial con las luces y las sirenas encendidas. De repente me sentí en medio de una película, en la cual éramos las delincuentes que debían huir para salvar sus cabezas. Pero ¿cuál era nuestro delito? Simplemente nos habíamos dado un poco de placer al lado de la carretera. ¿Era eso ilegal? Entiendo que, quizás, no sea de buen gusto para la gente normal. ¿Pero por eso debíamos ir a prisión? Maquinando estas y mil cosas más, estaba cuando un extraño movimiento del coche me sacó del estupor.
    
    Ya no estábamos en la ruta, sino que avanzábamos a toda velocidad junto a ella, por la banquina. Mi prima lloraba, mi hermana gritaba cosas sin sentido. Yo veía la escena como en cámara lenta, sin entender si eso pasaba realmente o estaba viviendo una pesadilla. El auto giró bruscamente y se metió por un camino de tierra. Detrás, el móvil policial no nos perdía pisada. Avanzamos varios metros y se abrió un claro en el camino. Una pequeña casa en estado de abandono estaba en el centro, rodeada por grandes árboles. ¿Eso era bueno o malo? No tuve tiempo de pensarlo. Lo siguiente que recuerdo es como nos deteníamos de golpe, inmediatamente después de recibir un gran impacto.
    
    Ya no se escuchaban las sirenas del vehículo de la policía, pero un insoportable zumbido en los oídos me aturdía. Me dolía todo el cuerpo y me costaba mantener los ojos abiertos. Mi hermana y mi prima eran dos figuras borrosas que parecían querer comunicarse conmigo, pero se me hacía imposible comprenderlas. Escuché ...
«1234...»