1. Trio lésbico con mi hermana y mi prima (parte 2)


    Fecha: 22/03/2025, Categorías: Incesto Autor: Martina Paz, Fuente: CuentoRelatos

    ... fin y al cabo, nos interrumpieron en la mejor parte…
    
    Los ojos del segundo policía, más bajito, entrado en años y en kilos, parecieron salirse de sus orbitas. Mi prima, con años de experiencia en tratar con hombres inseguros de sí mismos, avanzó hacia él.
    
    ─Me recordás mucho a un novio que tuve años atrás… ─dijo mientras le acariciaba el rostro─ aunque tengo que reconocer que tu uniforme me calienta mucho más que cualquier otra cosa que haya probado.
    
    Comenzó a acariciarlo desde el cuello hacia abajo, pasando por el pecho hasta llegar a su entrepierna. El hombre se puso rígido, como en situación de alerta.
    
    ─Tranquilo, si me porto mal, podes esposarme ─dijo y lo besó en los labios.
    
    El hombre se relajó y, con torpeza llevó una de sus manos a las tetas de mi prima y la otro al culo. Apretaba con fuerza y nada de delicadeza, mientras el otro policía observaba con malicia. Con mi hermana nos acercamos a él, tapándole el campo de visión.
    
    ─Vas a tener que conformarte solamente con nosotras dos ─dijo Julia.
    
    El hombre sonrió y sacó la porra que tenía colgada del cinturón, apuntándola hacia nosotras.
    
    ─Con mi amigo, podemos encargarnos de las dos ─dijo.
    
    Me acerqué más y puse la porra entre mis tetas, mientras la chupaba suavemente. Mi hermana se acercó al hombre y lo besó en los labios, mientras le acariciaba la pija por encima del pantalón. En eso estábamos, cuando notamos que mi prima, de la mano, se alejaba con el otro hombre.
    
    Me acerqué a mi hermana y a ...
    ... nuestro poli y me uní al beso. Estuvimos un rato así, hasta que me agaché y le besé la pija por encima del pantalón. De inmediato, el hombre desprendió su cinturón y abrió el pantalón dejando expuesta una pija tamaño estándar, pero muy gruesa y venosa, totalmente erecta. Me arrodillé y se la chupé. Minutos después, Julia también bajó. Se la chupamos durante quince minutos, aproximadamente, hasta que estalló en una acabada bastante intensa, seguida de un gemido casi animal. Lo hicimos recostarse en el césped. Me senté sobre su pija, frente a él y lo cabalgué de manera salvaje, mientras mi hermana, sentada a un costado, observaba y se masturbaba con la porra. Durante todo el acto, el hombre susurró cosas incomprensibles. Por momentos parecía decir nombres, o insultos, pero en un tono e idioma muy extraños.
    
    Acabó adentro mío, casi de manera tan potente como la primera vez. Sin dejar que le baje, Julia tomó mi lugar. Yo me senté sobre su cara para que me la chupara. Lo hizo increíblemente, tanto, que acabé dos veces. Pero mi hermana se estaba cansando y el hombre seguía al palo. Estando las dos encima de él, vimos acercarse a Clara, sola, con el arma y las esposas del otro policía. Ahora éramos tres contra uno. Era momento de darle fin a toda esa locura.
    
    Me estiré un poco y tomé la porra que había quedado a un costado. Esperamos un par de minutos y, por fin, el hombre pudo volver a acabar. Cuando lo sintió estallar, mi hermana gritó “¡ahora!”, a lo que yo estiré mis piernas, ...