1. Fotos por el parque


    Fecha: 23/03/2025, Categorías: Sexo en Grupo Autor: Ivanvorpatril, Fuente: CuentoRelatos

    ... asignaturas universitarias que llevaba bajo el brazo sobre el banco. Puse mis manos en su cintura desnuda y mirando sus ojos azules le contesté:
    
    - Naturalmente, con una belleza como tú seguro que las fotos quedarán fantásticas.
    
    Por el rabillo del ojo vi como Juan inmortalizaba el momento en que nuestros labios se juntaron en un tierno beso. Pronto su lengua juguetona invadió mi boca a lo que respondí entregando mi saliva. Sus tetas se aplastaban contra las mías desnudas.
    
    Uno de sus duros y ahusados muslos se deslizó entre los míos presionando mi pubis entre mis piernas. Provocando mis primeras humedades, mi primera corrida, aunque ya estaba tan excitada por la situación que mi coño empezó a chorrear.
    
    - Estás muy mojada, quiero probarlo.
    
    Separé mi cara de la suya y comencé a lamer su barbilla, orejas y cuello. Deslicé mi mano con suavidad por su entrepierna. Sorprendida, pero no mucho, noté algo que ya estaba buscando, ella estaba tan húmeda como yo. La tela vaquera de su short sobre su pubis estaba mojada.
    
    Mi marido seguía obnubilado por su bello cuerpo. Se había dado cuenta hace tiempo de mi no tan oculto secreto ¡me gustan las mujeres! Así que no se extrañó de la bienvenida que le estaba dando a la desconocida.
    
    - Vamos cielo, aprovecha esa belleza. Me decía.
    
    Y estaba deseando hacerle el amor a nuestra nueva amiga. Le deshice los nudos que sujetaban la ligera tela sobre sus durísimos pechos, no muy grandes, sino cónicos y duros. Los nudos que ...
    ... sujetaban el pañuelo que ella llamaba top uno a su espalda desnuda y otro en su fino cuello.
    
    - Me encanta esta prenda. Tengo que comprarme un top igual.
    
    - Podríamos ir de compras juntas.
    
    Tiré de ella hasta que nuestras pieles entraron en contacto los pezones duros como piedras. El bronceado de su epidermis me decía que no era la primera vez que aprovechaba ese rincón para exponerla al sol, casi desnuda del todo.
    
    Sus manos tampoco paraban quietas y recorrían mi cuerpo suavemente buscando puntos que me excitaban más, las axilas, el largo de la columna, mi nuca, llegando a la raja de mi culo, ya con las yemas o con las uñas pintadas de rojo de sus finos dedos.
    
    - Joder, nena, ¿como sabes donde acariciarme?
    
    - Es fácil, donde me gusta a mí.
    
    Yo también aprovechaba para acariciar su suave piel. Hacerle sentir mi deseo a través de mis manos y mis besos. Recorriendo con las yemas de mis dedos sus pezones duros como guijarros bajando despacio por su vientre hasta el short que aún conservaba.
    
    Podría recordar para siempre la escena lésbica que estaba protagonizando gracias a las fotos que Marcos no había dejado de hacer, pero quería saborearlo hasta el fondo. Me agaché a probar sus bellos y duros pechos, chupar sus pezones pequeños oscuros y duros como piedras entre mis labios.
    
    - Termina de desnudarme.
    
    Abrí el botón de su pantaloncito y bajé la cremallera. Mi mano se introdujo con suavidad entre la tela y la suave piel. Mis dedos separando los chorreantes labios de ...
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