Sentimientos encontrados
Fecha: 28/03/2025,
Categorías:
Bisexuales
Autor: Gargola, Fuente: CuentoRelatos
... cara por ti. Me largo, —dijo en tono airado, dando un portazo al salir.
Gloria quedó tocada ante el segundo knockout de la noche. Terminó de vestirse y abandonó el local cabizbaja sabiendo que todo cuanto había dicho su manager no andaba lejos de la verdad. Sus problemas eran muchos y sus ganas de resolverlos pocas.
La lluvia era intensa. Se enfundó la capucha y se dirigió a casa permitiendo que el chaparrón empapara su ropa, inmersa como estaba en sus cavilaciones, pero antes hizo su parada de rigor en el pub. No le apetecía volver con Miriam y dar de nuevo la imagen de perdedora.
El barman la saludó y Gloria le devolvió el saludo de forma poco efusiva. A continuación tomó asiento en la barra intentando vislumbrar un horizonte alentador, pero sólo alcanzaba a ver las botellas de licor que tenía enfrente.
—Parece que no te ha ido muy bien esta noche, —le expresó viendo el aspecto de su rostro.
—Métete en tus asuntos, imbécil, —le advirtió.
—¡Joder Gloria! No te pongas así. Sólo digo lo que veo, —le dijo poniéndole la cerveza en la barra.
—¿Sabes qué?... Me largo, —manifestó en un arrebato, dejando la cerveza intacta.
—¿No vas a beberte la birra? —le preguntó aun sabiendo la respuesta.
—Métetela donde te quepa.
—¿Y quién va a pagarla? —gritó mientras ella se alejaba a la salida.
—Tu madre, —replicó cerrando de un portazo.
Al entrar en casa se quitó la cazadora y se descubrió la cabeza. Miriam estaba ya en la cama viendo una serie. Gloria ...
... se acercó y le dio un beso.
—¿Te han vuelto a zurrar? —preguntó al verle el ojo hinchado.
—Tendrías que haber visto la cara de la otra.
—Tienes el ojo morado.
—No es nada, —afirmó con otro beso.
Llevaban casi dos años juntas y todos los días se hacía las mismas preguntas: ¿por qué Miriam continuaba enamorada si para ella, Gloria era un lastre? Rebuscó en su memoria los días en los que disfrutaba de la relación en su plenitud, si es que esos días habían existido alguna vez. Quizás los primeros e intensos meses en los que la novedad ocultaba cualquier otro defecto, ¿pero, qué le aportaba Gloria ahora? Absolutamente nada, pensó. En cambio, la joven de veintiocho años seguía tan enamorada de ella como en aquel minuto uno cuando la defendió de un sinvergüenza que pretendía aprovecharse de ella. Hubo un tiempo en el que idolatraba su carácter despreocupado e indolente, con ese pasotismo del que hacía gala en ocasiones, y en cierto modo, Gloria utilizó esa personalidad errante en beneficio propio teniendo claro que no era lesbiana. Eso sí, siempre le había gustado picar de aquí y de allá, y por eso nunca contempló la idea de que la relación se prolongase demasiado tiempo, aun así, ya iban a hacer dos años juntas.
Gloria era consciente de que sin Miriam no tenía donde caerse muerta, dado que era la única que trabajaba y la que aportaba una seguridad y una estabilidad al hogar, tanto afectiva, como financiera, y con todo ello, el conflicto para Gloria era importante, ...