1. Me corro en tu polla, papá


    Fecha: 31/03/2025, Categorías: Incesto Autor: Kiko, Fuente: CuentoRelatos

    ... una uña por una nalga y le hizo sangre. Al tener el culo tan dolorido no sintió el corte. Lo que sintió fue la boca de su cuñada chupar su nalga. Volvió a gemir cómo una nena. Berta parecía una vampira. El sabor de la sangre la volvía loca. Bebiendo la sangre de su cuñado metió dos dedos dentro del coño y se masturbó. Al dejar de echar sangre la herida, hizo otro corte con la uña en la otra nalga y volvió a chupar. Chupando se corrió de nuevo.
    
    Al acabar se colocó el arnés y le echó lubricante a la polla. Deciros a estas alturas del partido que Berta sentía placer causando dolor y sintiéndolo no sería ninguna novedad, la novedad fue que echara lubricante en la polla de goma para no lastimarlo.
    
    A Julio no le hizo ninguna gracia sentir la polla deslizarse entre sus nalgas. Presintiendo lo que le iba a hacer se reveló moviéndose de abajo a arriba, de arriba a abajo, hacia los lados y le llamándole a su cuñada de todo menos bonita, pero cómo es obvio, con la venda no se entendía lo que decía. Quien entendió fue Julio cuando Berta le dijo:
    
    -No te pongas bravo que te va a gustar.
    
    El que iba de sobrado se acojonó cuando sintió la polla de goma hacer círculos sobre su ojete.
    
    -¡No lo hagas!
    
    Lo hizo. La cabeza de la polla entró apretada de cojones. Julio se cagaba en todo mientras la polla entraba en su culo... Al rato con la polla entrando y saliendo de su culo dejó de insultar a su cuñada. Berta le preguntó:
    
    -¿Te gusta?
    
    Julio no dijo nada.
    
    -Sabía ...
    ... que te iba a gustar, maricón.
    
    Poco después, cuando Julio comenzó a gemir, Berta lo agarró por los pelos con su mano izquierda y tiró de la cabeza hacia atrás, le apretó la garganta con la otra mano y lo folló a romper. El roce del arnés el el clítoris de Berta la llevó al orgasmo y con ella se corrió Julio.
    
    Miedo tenía Berta cuando lo soltó que se le rebotara, pero Julio después de quitarse la venda y la mordaza, le dijo:
    
    -Eres increíble, Berta, ninguna mujer me había hecho gozar tanto ni tan intensamente cómo lo has hecho tú.
    
    -Me alegra oírlo, pero vístete que tu hermano no tarda en llegar.
    
    Dieron las seis en el reloj de pared que había en la sala cuando le respondió:
    
    -El tiempo pasa volando a tu lado.
    
    El principio.
    
    Felisa sentada en una silla de la cocina tenía sobre sus rodillas a su sobrina Berta, la muchacha tenía las bragas bajadas. En la mano derecha de Felisa una zapatilla negra de piso de goma subía y bajaba a la velocidad del rayo para dejarle el culo en carne viva.
    
    Berta con los ojos llorosos vio cómo la miraba su hermano Pedro que acababa de llegar a casa. Felisa también reparó en él. Para humillar a su sobrina la giró. Pedro vio el coño y el culo de su hermana. Felisa le dijo:
    
    -Se lo iba a dar a su novio.
    
    Berta le dijo a su hermano:
    
    -Mentira, lo inventó para pegarme.
    
    Felisa le volvió a dar.
    
    -La que miente es ella.
    
    Pedro le dijo a su tía:
    
    -Aunque mintiera, es su novio, Felisa.
    
    Felisa se quedó mirando a su ...
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