1. Me corro en tu polla, papá


    Fecha: 31/03/2025, Categorías: Incesto Autor: Kiko, Fuente: CuentoRelatos

    ... sobrino.
    
    -¡¿Qué?!
    
    -Que tú no eres quien para azotar a mi hermana con una zapatilla.
    
    Fue junto a su tía, le quitó a Berta de encima. Felisa se puso en pie y levantó la mano con la zapatilla para darle en la cara con ella a su sobrino. Pedro le cogió la mano con la suya, le quitó la zapatilla y se la dio a su hermana. Se sentó en la silla que había estada sentada su tía y la puso sobre sus rodillas. Felisa pataleaba, pero Pedro le levantó la falda, le bajo las bragas, le pasó un dedo por el coño, lo sacó pringado de jugos y se lo enseñó a su hermana.
    
    -Mira porque te pegó, lo hizo para excitarse. ¡Dale!
    
    A Berta le subió un no sé qué desde la punta de los dedos de los pies a la cabeza que la volvió tarumba. Le dio con la zapatilla:
    
    Al acabar de darle, le dijo:
    
    -¡Depravada!
    
    Felisa en vez de cabrearse se rio cómo una desquiciada.
    
    -¡Jajaja! Cuando llegue vuestro padre os va a poner negros con el cinto.
    
    Le volvió a dar.
    
    Pedro le dijo a su tía:
    
    -Tú no vas a decir nada. Dale en la cara si se mueve, Berta.
    
    La puso en pie, hizo que se inclinara, le levantó el vestido y con las bragas sobre los tobillos le lamió el coño y el culo. Berta le preguntó a su hermano:
    
    -¡¿Qué haces?!
    
    -Asegurarme de que no le diga nada a papá.
    
    Le comió el coño y el culo un par de minutos. Felisa durante este tiempo había estado callada como una muerta. Berta con la zapatilla en la mano había mojado las bragas. Luego Pedro sacó la polla empalmada, hizo que Felisa se ...
    ... sentase sobre ella le echó las manos a las tetas y magreándolas le dijo:
    
    -Fóllame, Felisa.
    
    -No te voy a dar esa satisfacción.
    
    -Deja ya la representación. Fóllame cómo la última vez.
    
    Berta los miró con sorpresa.
    
    -¿Es que tú y Felisa...? ¡Comediantes!
    
    Felisa moviendo el culo alrededor, le dijo:
    
    -¿Quieres ocupar mi lugar?
    
    -¡No!
    
    Felisa se puso en pie y le dijo a Berta:
    
    -Mámasela.
    
    Berta miró para la polla de su hermano y vio que estaba cubierta de jugos.
    
    -¿Te has vuelto loca? Mira cómo está.
    
    Felisa miró para la polla,
    
    -Conocerás el sabor de una polla y de un coño.
    
    Para Berta, que ni siquiera se besara con su novio, hacer aquello era una guarrada de las gordas.
    
    -¡Ni a punta de pistola metería esa cosa en mi boca!
    
    Felisa la agarró por la cintura y le metió la lengua en la boca. Berta levantó la zapatilla para darle, pero la zapatilla acabó en el piso y sus manos acabaron rodeando la cintura de su tía. Luego Felisa le puso las manos en los hombros e hizo que quedase en cuclillas delante de ella, le dio la vuelta y Berta se encontró frente a frente con la polla empalmada y cubierta de jugos. Sin tocarla la metió en la boca y la chupó hasta que su tía le dio la vuelta. Felisa tenía la falda levantada. Berta vio su coño peludo... Lo fue viendo cada vez más cerca, ya que su tía le había echado una mano a la nuca para llevarle la boca al coño. Al poner sus labios sobre él abrió la boca y lamió el coño encharcado arrancando un gemido de la ...
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