1. Esperanza


    Fecha: 08/04/2025, Categorías: Confesiones Autor: CarlosG117, Fuente: CuentoRelatos

    La conocí en el trabajo, todo comenzó con una plática de whatsapp y unos besos. Es delgada, muy delgada. Alta con unos ojos maravillosos y dulce voz chica casada con dos hijos no le pide nada a la relación. Nuestro primer faje fuera de un panteón y sus manos frías y delgadas tocaron mi pene y lo apretaron mientras yo sacaba una de sus pequeñas bubis para lamerla y moderna. Aún recuerdo su sabor y su suavidad. Un par de meses y pudimos concretar en encuentro. Fuimos dónde un hotel, entramos y dejamos lo que trajimos. Parados al lado de la cama comenzamos los besos. Yo moría por tocarla pero, al ser la primera vez tenía que comenzar despacio pues quería hacerle el amor.
    
    Desabotone despacio su blusa, cuando lo hice, la deslice despacio al suelo. Desabotone su bra para retirarlo por el frente. Sus pechos redondos y pequeños al aire estaban excitados. Ella temblaba como si en verdad fuera la primera vez que tenía sexo. Yo amaba eso, comencé a desabotonar su pantalón y lo baje. Tenía puestas unas botas así que no se lo quite pero baje después sus bragas. Me puse de pie para seguir besándola mientras me desabotonaba ella la camisa, mientras ella hacia eso desabotone el pantalón y me lo baje junto con el bóxer. Ahí fue cuando nos desnudamos por completo. Me pegue hacía ella para sentirla. Acerque mi pene a su vagina y pude sentir completamente su humedad. No sé si ella estaba más excitada que yo o era yo pero sentí maravilloso. Frote un par de veces con movimientos de atrás ...
    ... hacia adelante y podía sentir como escurría por todo mi pene. Nos seguimos besando hasta recostarnos en la cama. Tuvimos que quitarnos los zapatos para desprendernos de los pantalones y la ropa interior. Mientras los hacíamos simplemente nos mirábamos y reíamos. Veía su rostro y su cabello recogido dónde se dibujaba una maravillosa sonrisa.
    
    Después se recostó sobre la cama y yo me puse encima. Seguí besándola por la boca, después el cuello y baje hasta sus suaves y delicados pechos. Comencé a morder los suavemente, sutilmente. Cómo su fueran gajos de naranja que vas a desprender uno del otro pero sabes que si lo haces fuerte derramarás el líquido. Moría por bajar a hacerle un oral. Es delgada y es fácil abrir su trasero quería tenerla de pie y lamerle por delante y por detrás, pero tenía un fuego y no quería contagiarla así que me enfoque en esa parte y regrese a sus labios mientras frotaba mi pene con sus labios vaginales. Era tanta la humedad que me puse en mis rodillas para abrir sus piernas y mirar su vagina, la acaricie un poco, acerque mi pene y lo frote contra sus labios vaginales para introducirlo lentamente, suavemente mientras sentía como poco a poco la humedad iba recorriendo por las orillas y su rostro hacia esa mueca entre dolor y placer. Lo introduje por completo u gimió, de nuevo me puse en misionero y comencé a cogerla lentamente, suavemente. Sentía su humedad recorrer hasta mis testículos, amo esa sensación.
    
    Comencé a sentir como me invadía la excitación y ...
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