Para vengarme convertí a mi esposa en puta (Parte II)
Fecha: 16/04/2025,
Categorías:
Sexo en Grupo
Autor: vule69, Fuente: CuentoRelatos
... puta te daré un premio...
Tare: creo que ya me lo gané...
Yo: aún no te has ganado nada excepto las etiquetas de puta, maraca, cualquiera y zorra entre otras... Ahora cambia esa cara y... Oye, le dije de pronto cambiando el tema, prefieres que te tratemos como puta o como señora???
Tare: quiero ser una puta y quiero que los cabrones de afuera me paguen por ello... Y quiero que te paguen a ti...
Yo: jajaja... Dale... Me gustó... Ahora ve y pon las reglas que desde acá te veo, pero ten en cuenta que esta vez pago yo… Te prometo que la siguiente será remunerado…
Tare: mmm… ok, cariño, pero recuerda que el precio para ti por ser tu puta es que me hagas eyacular todos los días al menos una vez... Porfis...
Yo: dale...
Tare: -pasándose la mano por su mojado coño, afirmó con el tono más serio que logró conseguir-... Es un trato. Así, regalándome una de sus más hermosas y pícaras sonrisas estiraba su mano húmeda para el apretón en señal de asentimiento... Nos dimos las manos y, aun sonriendo, se marchó...
Ya eran cerca de las 4 pm y como todos los sábados, la calle presentaba un panorama solitario, pues carecía del constante bullar que la caracteriza durante los días de semana. La agobiante soledad era interrumpida, de tarde en tarde, por los invasivos ruidos de algún vehículo… El paisaje estaba dominado por perros callejeros y vagabundos pululando aparentemente sin rumbo, en busca de algún trofeo que les cambie la suerte...
Miraba desde el ventanal bajar a ...
... mí putita… Aún sonreía… El trucho, al verla aparecer por la esquina, le subió el volumen a la música y con un gesto de lo más caballeresco, la invitó a sacarse las sandalias y subirse al colchón... Tare, estiró su mano y se dejó ayudar… Podía ver a mi pequeño demonio gesticulando, parada descalza al medio de 5 tipos que a la distancia parecía que la escuchaban atentamente… Mientras la devoraban con los ojos, se refregaban sus bultos ya totalmente listos para la guerra...
Cuando al parecer había quedado todo dicho, Tare levantó la vista y, con un gesto de su mano, me invitó a bajar... Descarté en principio la idea con un ademán y en voz alta les dije a todos... Ya po... Menos bla, bla y más acc...
No terminé de pronunciar las últimas palabras cuando Tarella se recostaba sobre su espalda y abría sus piernas todo lo que daban, de modo de facilitarle la visión al viejo que miraba embelesado el espectáculo cómodamente sentado en una de las sillas dispuestas a los costados del improvisado escenario… Así, mientras los paraguayos se desnudaban a un costado todo lo rápido que podían, Edy se dedicaba con fervor a las tetas chupándolas al punto de dejarlas brillantes gracias a la saliva que las cubría… Las masajeaba, primero con ternura, para luego de una sesión de besos con lengua en los pezones, comenzaba con el toqueteo de nuevo, pero ahora bruscamente y así alternadamente. El hijo del Altiplano se estaba dando una despedida de rey...
Mi esposa comenzaba a gemir tímidamente ...