Una pasión latente
Fecha: 18/04/2025,
Categorías:
Incesto
Autor: DirtyDan19, Fuente: CuentoRelatos
Seré breve pues desde que comencé a notar a mi mamá como mujer el destino se fue acomodando para darme una oportunidad de oro.
Verán primero que nada la tentación estuvo presente desde una tarde que pasamos muy unidos viendo películas, pues el contacto con ella y la atmósfera del momento hizo que mi cerebro comenzara a notar e imaginar cosas, sentía su calor corporal muy cerca, así como su suavidad y cariño maternal, pues siempre fuimos muy unidos y en el mundo sólo existimos ella y yo.
La situación comenzó a darme vueltas por la cabeza cada vez que la veía me imaginaba su cuerpo desnudo, su trasero inclinándose ante mí, su boca y mi boca uniéndose, la sensación de sus tetas en mis manos, la situación me empezaba a calentar pero al final no pasó nada ese día, pero algo sí cambió, pues a partir de ahí comencé a notar más sus movimientos, sus muestras de afecto y su cuerpo, sobre todo esto último pues de una noche para otra el instinto despertó en mí y aquella ya no era mi madre, por lo menos no a mis ojos, era una mujer con la que había vivido toda mi vida y que amaba por sobre todas las cosas y que pronto sería mía.
Mi ansia y deseo pudieron más que mi cordura y lo agradezco, pues hice todo lo posible para que notara mi interés hacia ella, tomaba mis precauciones, pero no demasiadas, a fin de cuentas, no quería que malinterpretar mis señales, si es cierto que ambos éramos muy cariñosos, los besos y abrazos eran normales, pero lo que hacía rozaba el pudor.
Lo ...
... primero que hice fue hurgar en el cajón de su ropa interior, tomaba un par de pantys y las desordenaba un poco, además de que mis manos casi actuaban solas, pues en los abrazos se iban más abajo de lo normal, en las tardes de descanso caían entre su escote, y mi boca también hacía de las suyas pues iba un poco más allá de la comisura de los labios, y bueno mi pene era otra cosa, pues indiscriminadamente tenía erecciones en su presencia, no tan evidentes, pero si se notaba un buen bulto, sobre todo cuando llegaba por atrás y me pegaba hacia ella con el pretexto de darle un abrazo.
Curiosamente mis señales no eran rechazadas, ni entre risas me decía que parara, por lo que entendí que estaban siendo recibidas, así que fui un paso más allá y comencé a comportarme más descaradamente, a veces paseaba en casa con los boxers más abajo de lo normal y con una erección ahora más evidente, entraba a su cuarto mientras se cambiaba, hacía comentarios sobre su cuerpo, "ese vestido resalta bien tu trasero", "esa blusa tiene demasiado escote", "me gusta cuando usas esos shorts, tus piernas resaltan", "oye ya no te pones esas pantys rosas, te quedaban muy lindas".
Al ser sincero obtenía respuestas sensatas y esas pláticas con el tiempo se volvieron cotidianas, el pudor se volvió casi inexistente, pues ella también ponía de su parte al entrar al baño mientras me bañaba con cualquier pretexto, también me hacía comentarios sobre mi ropa "esos pantalones están muy apretados, ¿Seguro que no te ...