1. Infidelidad adquirida (III)


    Fecha: 19/04/2025, Categorías: Infidelidad Autor: rickmaster16, Fuente: CuentoRelatos

    A la segunda semana la tensión, por lo menos de mi parte, con Yuli era palpable. Al llegar en las tardes después de caminar por los caminos de herradura de aquella región conociendo a la gente, siempre me la encontraba con la escoba. Había empezado a comunicarme mejor con ella, o bueno, lo que se podía. Ella podía leer mis labios y entender mis expresiones, pero para yo entenderla, Yuli tenía que escribir en un papel y mostrarme. Aquello naturalmente hacía lenta la charla, pero me resultaba encantadora.
    
    Pude saber que vivía con su madre por uno de los caminos más alejados, que no tenía pareja ni hijos, que había estudiado hasta la primaria. Saber más de ella solo hacía que mi fijación se intensificara. Un viernes me dijo que iría a un festejo con gente del pueblo esa noche, una celebración local muy popular que ocurría una vez al año, algo que tenía que ver con la fundación del pueblo. Me invitó.
    
    Me dijo, o más bien me escribió que pasaría por mi tras ir a su casa y cambiarse de ropa. Acepté gustoso. Pensé que Diana, en lo que había hecho por nuestra familia, me sentí terrible de salir con Yuli. Era una invitación amistosa de su parte, pero claramente mis pensamientos hacía rato se dirigían más allá. Me aguanté el sentimiento de culpa y me di una ducha para esperar a Yuli.
    
    Ya había caído la noche cuando tocó la puerta. Estaba espectacular, como de costumbre su ropa no cubría mucho de su cuerpo, llevaba una falda negra pomposa con bordes de colores y un top blanco, ...
    ... en la cabeza una bandana naranja adornaba su afro. La mezcla de colores en la ropa era bastante particular, casi inocente.
    
    Caminamos juntos por un par de kilómetros hasta el punto de la celebración. No fue sorpresa que la fiesta fuera en la cantina aquella. El único sitio de esparcimiento de aquel tipo, para encontrar otro lugar parecido debías caminar 75 días por la selva. Contra cualquiera de mis preceptos, la gente se entusiasmó al verme, me reconocían como “el ingeniero”, cosa que yo no sabía hasta ese momento.
    
    Me invitaron a una mesa y me ofrecieron alcohol, tragos cortos de ron o algo parecido. Me sentía alegre por el recibimiento y por supuesto no me negué a sus atenciones. La gente bailaba y festejaba. Me di cuenta que Yuli no vestía de una manera especial, todas las chicas de su edad, pocas en realidad, vestían igual muy ligeras de ropa y no parecía ser algo atractivo para los hombres, era lo normal. No era normal para mí, menos con 10 tragos de ron en la cabeza.
    
    De repente Yuli se acercó a mí, me extendió la mano, no entendía para qué pero la tomé y me levanté, me estaba invitando a bailar. Pero si era sordo muda, como escucharía la música. Pues parece que no era un tema de escuchar, ella se dejaba llevar por lo que veía que hacían los otros. Como película cliché, ahí estaba yo, el blanco que no sabe bailar con una diosa negra, que aunque sordomuda, me hacía quedar en ridículo. Pero nadie miraba, a nadie le importaba, los pocos que me vieron bailando solo me ...
«1234...»