Avilés, España
Fecha: 21/04/2025,
Categorías:
Sexo con Maduras
Autor: marinin, Fuente: CuentoRelatos
... que un torrente de leche calienta pasara por mi cuerpo y atreves de mi pene entrara en ella. La vi temblar encima de mi mientras se llenaba de mi juventud.
Nos quedamos sin movernos por unos minutos, podía ver el sudor correr por su cara, por su cuello, y las gotas bajar por sus tetas y gotear sobre mí. “que rica eres Tía” fue lo único que pude decir. “que rica eres”. Entonces se sonrió, saco mi pene que aún estaba parado, y con mucha destreza deslizo su cuerpo sobre el mío, y dijo. “el rico eres tú marinin, quiero que me folles con tu lengua”. Y sin decir mas nada se sentó en mi cara y puso su bollo mojado sobre mi boca. Su jugo baboso mezclado con mi leche todavía caliente me entró en la boca y lo tragué para no ahogarme, sentí el sabor y el calor del sexo mezclado de un hombre y una mujer. Pase la lengua a todo lo largo de su bollo, agarre sus nalgas con mis manos y el aprete para que se moviera encima de mí. Mi lengua encontró la punta su clítoris duro, y lo chupe como yo hubiera querido que ella me chupara la pinga. Sus gritos de placer podían haberse sentido en todo el vecindario, pero no nos importaba, su cuerpo se contorsionó y de pronto sentí otro torrente que entraba en mi boca y pasaba rápido por mi garganta. Despacio se apartó, y con mucha ternura me limpio la cara y los labios con su lengua.
Su voz cambió de tono, ahora era mucho más dulce, menos autoritaria. Seguía limpiando mi rostro con su lengua. “Te has portado muy bien, haces todo lo que te pido sin ...
... protestar, eso me gusta, me excita pensar que durante todo el verano puedo hacer contigo lo que me plazca, tu rico pene es más mío que tuyo”. Decía con sus labios tocando los míos.
“Como me he portado tan bien me merezco un premio. ¿No crees?”.
“Pues sí, te mereces algo así como una recompensa”. ¿Qué quieres de premio? ¿Quieres que te deje follar con Lourdes?
“Quiero que me dejes metértela en el culo. Creo que me gustaría mucho”. Le dije sin pensarlo.
“Eso no, la tienes muy grande y me va a doler. Pídeme otra cosa”.
“Pero es eso lo único que quiero. Te prometo ser bueno y hacer todo lo que me digas, pero por favor dame ese regalo. Déjame metérmela en el culo.”
Sentí que su mano tocaba mi pene. “sigue bien parado, te quiero complacer, pero no quiero que me duela.”
Sentí que su cuerpo se separaba del mío, me di cuenta que hasta ahora todo lo que habíamos hecho fue con ella enésima de mí.
“Hazlo despacio, si te digo que pares, paras”. Dijo mientras se ponía en cuatro sobre la cama”.
Le acaricie la espalda, pase mi mano por su bollo mojado, vi sus nalgas esperando por mí. Me puse detrás de ella arrodillado, pasé mi mano mojada de sus jugos y el mío por el culo, sentí que suspiro.
Por primera vez en toda la noche vi mi pene. Estaba más grande que nunca, más duro que nunca. Con mis dos manos le abrí ligeramente sus nalgas, puse mi pene en su ano, sentí que se movió alejándose de mí, pero no dijo nada, puse mis dos manos en la cintura y empuje su culo ...