Orgía extrasensorial en el cementerio
Fecha: 21/04/2025,
Categorías:
Sexo en Grupo
Autor: Martina Paz, Fuente: CuentoRelatos
... susurros se entremezclaban entre sí, pero me fue muy sencillo reconocer que pronunciaban mi nombre: Martina. Las voces eran arrastradas por el viento desde todas las direcciones. Intenté vislumbrar alguna figura entre las sombras, pero no conseguí nada. Me topé por un instante con la realidad en el instante en el que una mano helada y firme se apoyaba en mi hombro. Reconocí donde estaba, pero ningún instinto de supervivencia me pidió que corriera. Simplemente cerré los ojos y comencé a temblar. La mano comenzó a moverse hacia adelante, sin dejar de rozar mi cuerpo. Cuando llegó a mi pecho izquierdo, una respiración fría y agitada se posó sobre mi oreja. Acabé. No me preguntes cómo, ni porqué. No trates de encontrarle sentido. Tuve un orgasmo intenso que me sacudió por completo, de manera tan violenta que casi me caigo. Me salvó la otra mano que, rodeándome el cuerpo, se apoyó con fuerza sobre mi otro pecho. Mis dos tetas estaban aprisionadas por unas manos heladas, sentía esa respiración infernal aturdiéndome en la nuca y una protuberancia dura apoyada en mi culo. Cada vez me aprisionaba más, atrayendo mi cuerpo hacia el suyo.
Siguiendo la línea de cosas que no tienen explicación, como pude, me bajé el short negro de jean que me aprisionaba por debajo, seguido inmediatamente por mi tanguita roja. Además del ensordecedor coro de susurros, se levantó una intensa ráfaga de viento caliente que viajó vaya a saber desde donde, directamente hasta mi concha. Era viento, pero ...
... adentro mío se sentía como la pija más grande y caliente que jamás me había penetrado. Quise gritar, pero una mano se aferró a mi boca impidiendo que cualquier sonido salga de ella. Los susurros me estaban rodeando, podía sentir el aliento caliente de cada uno de ellos. Sus manos me envolvían entera. Apretaban, pellizcaban, desgarraban mi piel. Tomé coraje y abrí los ojos. Nada. La típica escena de un cementerio vacío, con la diferencia de que extrañas fuerzas me impedían cualquier clase de movimientos. De repente siento como una mano fuerte me toma por el pelo y me arroja hacia el piso. Caigo de rodillas, para luego ser atrapada nuevamente por las sombras invisibles. De rodillas, mirando histéricamente hacia todos lados sin ver más que penumbras, sentí como una pija de tamaño descomunal ingresaba a mi boca. Me dolió mucho debido a su grosor, pero una vez que acostumbré los músculos de la boca, entró y salió infinidad de veces como si esa boca siempre hubiese sido suya. Sentí como un líquido espeso y caliente, similar a nada que hubiese probado antes, me inundaba la boca y los pechos, para de inmediato recibir media docena mas de pijas invisibles que estallaban un tras otra hasta casi ahogarme.
Perdí la noción del espacio y del tiempo, dándole importancia solamente al acto de disfrutar. Algo volvió a tomarme del pelo, esta vez con mucha mas violencia. Sentí como lagrimas frías y saladas me recorrían la cara y se mezclaban con ese líquido espeso que había saboreado hasta minutos ...