Orgía extrasensorial en el cementerio
Fecha: 21/04/2025,
Categorías:
Sexo en Grupo
Autor: Martina Paz, Fuente: CuentoRelatos
... antes. Manos invisibles me sostenían de los brazos, mientras otras me obligaban a abrirme de piernas. Cedí sin ninguna clase de esfuerzo. Intento imaginar esa escena y vuelvo a mojarme como en ese momento. Si me ves desde afuera, estoy media suspendida en el aire, con los brazos extendidos hacia los costados, desnuda y con las piernas abiertas. De repente siento como una pija enorme y caliente entra en mi conchita, haciéndome estallar de placer. Siento unas manos tomándome por la cintura y penetrándome con rapidez y violencia, mientras por debajo una boca gelatinosa se entretiene con mi clítoris. Dos bocas me destruyen las tetas, mordiéndolas de manera sobre humana, como si quisieran despedazarlas. El dolor es tremendo, pero el placer que siento me hace olvidar de todo.
Siento como una pija tras otra me penetran y acaban adentro mío, hasta que alguien me susurra con claridad en el oído: “esta noche no la vas a olvidar nunca”, para de inmediato sentir una pija metiéndose en mi culo. Seca, sin ninguna preparación previa. Jamás sentí un dolor mayor. Sentí como algo se me rompía por dentro, pero me era imposible moverme. Me mordí los labios hasta hacerlos sangrar, lo que hizo que una boca invisible se pegara a ellos de manera ansiosa, casi animal, succionando cada gota de sangre que brotaba. Comencé a gritar. Una mezcla de placer y dolor hacían de mis gemidos algo embriagador, que me excitaba incluso a mí misma. Mis gritos no hacían mas que enloquecer a esos seres que me ...
... estaban haciendo suya. De repente sentí un golpe en la nuca que me hizo caer de rodillas. Me obligaron a ponerme en cuatro, para penetrarme de a tres. Sentí una pija en boca, una en mi conchita y otra en mi culo. Desde siempre fue una de mis mayores fantasías una penetración triple. Jamás había imaginado que se diera en ese extraño contexto, pero así era. A pesar del miedo y del dolor, decidí que lo mejor sería disfrutarla al máximo.
Me dejé llevar. Me convertí en la mina mas puta del cementerio. Disfrute de cada golpe, de cada mordida, de cada acabada sobre y dentro de mí. Perdí la cuenta de la cantidad de orgasmos que tuve. Estaba desnuda en medio de un cementerio, siendo violada por fuerzas de vaya a saber uno de dónde venían y la estaba pasando increíble. Caí rendida sobre el pasto, sin conocimiento, totalmente destruida.
No puedo asegurarte que todo lo que relaté acá sucedió realmente. Mi cuerpo está cansado, dolorido y lleno de marcas. Se me hace imposible moverme. Con gran dolor puedo mover mis dedos sobre el celular para dejar sentado este testimonio. Estoy empezando a sentir frío, creo que tengo fiebre. La humedad de las paredes de a poco se me mete en los pulmones dificultándome el acto de respirar. A lo lejos escucho voces humanas, reales, no como las que me ultrajaron anoche. No sé qué hacer, no sé como seguir, tengo demasiadas preguntas y no sé quién pueda ayudarme. Tengo muy poca batería y nada de señal. Por eso escribirte, contarte esta extraña experiencia, ...