Soy una milf de 50 y soy esclava de un joven de 20
Fecha: 22/04/2025,
Categorías:
Sexo con Maduras
Autor: Ishtar Flores, Fuente: CuentoRelatos
Hola, mi nombre es Ishtar tengo 50 años, soy alta, delgada, vientre plano, buenas piernas (es lo que me dicen que más les gusta de mi), lindos glúteos, cabello largo, soy bonita (adjunto mi foto). Nací en Guatemala, aunque vivo en México. Sin embargo, por la pandemia, estuve de regreso en Guatemala, cerca de la universidad San Carlos. Normalmente uso mini vestidos, muy pegados, con unas medias de color carne o negras, buenos escotes, dichos vestidos, hacen resaltar mi vientre plano, mis largas piernas, mi culo formado, y mis senos, voy poco maquillada no necesito mucho ya que soy bonita, a mis 50 años me gusta vestirme provocativa, toda mi vida me ha gustado despertar el deseo en hombres y porque no decirlo también en mujeres.
Algunas ocasiones en que salía por las mañanas a tomar mi transporte, muchas veces coincidía con un joven que salía, para llegar a la escuela, dicho joven era alto aproximadamente 1, 80 cm, delgado algo marcado y un poco agraciado. En una ocasión me saludó, muy sonriente; tan sólo me dijo: -¡ya se me hizo muy tarde! y yo le conteste, con una sonrisa.
Al otro día, lo vi parado en una tienda de la esquina de mi unidad habitacional. Me saludó desde lejos y yo le contesté con una sonrisa. Eso lo tomo como una señal por lo que de inmediato se me acercó y se presentó:
-yo soy Eduardo, vivo aquí, en la misma unidad que usted, tengo 20 años, y tengo mi cuarto, para mí solo, me dijo, con un cierto orgullo. ¿Usted cómo se llama?
Por un momento me ...
... quedé en silencio, una señora ya madura, con dos hijas de la edad de ese joven. A mis 50 años, más que doblarle la edad, le llevaba 30 años a ese joven. Sin embargo, ¡me sentí como colegiala, como una joven de 18 años, jugando a “ligar”, a conseguirse un muchacho, un novio ¡me emocioné! y mi lujuria se iba despertando.
-Me llamo Ishtar 50 años, casada, con dos hijas. Vivo en esta unidad.
-¡sí, en el edificio 7! -Me dijo, con mucha seguridad.
Sorprendida, respondí, -ah, ¡sí!; ¿cómo sabes?
-porque yo vivo en el 9, y la veo desde ahí. tiene usted dos hijas, ¿verdad? Respondí; sí, le dije, un tanto seria, y luego le pregunté: ¿también a ellas las ves? Sonrojado respondió; Sí, pero no tanto como a usted. Porque, usted. ¡Me gusta mucho! Me encanta, es una diosa.
Me gusto su franqueza, y el que me estuviera venerando, me emocioné. Inmediatamente, me dijo; me dejaría pasar a buscarla, mañana viernes en la tarde podemos irnos al cine, o a tomar un café ¡me gustaría mucho poder platicar con usted! Me dejó pensativa, aunque muy emocionada, sin embargo, había muchos contras: la edad, el que éramos vecinos, la gente, sus compañeros, etc. ¡Pero la lujuria me domino, a las cinco! En el parque de Alameda, ¿Puedes? ¡Se le iluminó su carita! De inmediato me dijo que sí: la busco mañana.
Al otro día, me bañé y me masturbaba imaginando lo que iba a suceder, inmediatamente elegí un atuendo erótico, coqueto, me puse un mini vestido de color azul fuerte, pegado a mi cuerpo, que ...