El drone - Relatos Eróticos

El drone

... con dos valijas llenas de pijas de fino latex de tamaños y formas distintas.

Una cocina pequeña y un baño grande, donde cambio la bañera común por otra con yacuzzi ya que los masajes con agua son maravillosos.

Asi mi vida ya medica me dedico a mi profesión, ya nada de prostituirme por plata ni mostrar mi bello culito por tv.

Hice viajes de turismo y por conferencias, me gané un prestigio profesional.

Ya no cojo por plata o por necesidad de otra cosa, que no sea mi satisfacción.

A mis 50 me jubilé.

Mi cuerpo se mantuvo y aun hoy lo mantengo bastante atractivo, mido 1,75, delgada pero no escuálida, tetas medianas con buenas areolas y bellos pezones, cuello largo, boca sensual y ojos claros, agrandados por cirugía, una belleza.

Sin panza o muy poca solo para hacer trascender al pupo, que bien depilado termina en una gordita raja, oculta si tengo las piernas juntas y que florece como un pimpollo explotando, mostrando su caramelo y sus amplios y jugosos labios que dejan entrever una cavidad de carne al natural ansiosa de una poronga que la llene totalmente.

Mi culo redondo, sin vergonzosa celulitis todavia, ni caideces, con su oscura zanja donde guardo rodeado de una amarillenta areola un agujero impecable que frunzo a voluntad.

Mis piernas aun sin medias ni tacos, son perfectas, quizás un poco musculosas como mis bíceps, por tanto ejercicio.

A esa edad era hora de encarar una vida mas descansada, y gastar mis ahorros, no todos; además de salvar a mi ...

... departamento que ahora me rinde una pequeña renta, que junto a mi jubilación y algún asesoramiento profesional me permiten vivir bien.

Mi inversión final ha sido una propiedad en un barrio cerrado suburbano y un auto que renuevo cada tres años.

Adquirí un chalet cásico no muy grande, una amplia recepción, cómoda cocina y comedor, un par de baños uno de ellos a todo trapo, otro para visitas, dos habitaciones una para dormitorio y otra para mi matadero ahora con mas amplitud.

Una amplia galería y pileta sobre un jardín donde impera mas el buen césped que otras cosas.

Mis vecinos son dos familias con hijos una a mi derecha con paredes altas y otra a la izquierda con cerco de ligustre alto, pero solo vegetal, su altura impide curiosos asi que ando mucho tiempo semi o del todo desnuda sin peligro a que me espíen.

No hace mucho la familia de la casa a mi izquierda fallece en un trágico accidente, la casa quedo mas de un mes abandonada.

Luego se presenta un señor en un auto de lujo a saludarme como el nuevo vecino.

Un hombre de unos 60 años alto buen físico para su edad que dice ser ingeniero pero ya retirado y haber sido el padre de la vecina, la señora fallecida tragicamente.

Su nombre Eduardo y dice se instalará alli, que seremos vecinos ofreciéndose para cualquier contingencia.

Le agradezco, también yo le ofrezco mi auxilio y nos saludamos.

Ya en mi vida sedentaria había pulido mi lista de machos, la mayoría contemporaneos amigos y amigas de toda la ...