La esposa del pastor (Parte 2)
Fecha: 28/04/2025,
Categorías:
Confesiones
Autor: thelonelyroom, Fuente: CuentoRelatos
... dije
Ella se mordió los labios y me dijo que si con su cabeza.
Los siguientes días nuestra relación se desarrolló, seguíamos trabajando con nuestras labores, pero continuamente cuando pasábamos lado a lado uno extendía su brazo para tocar al otro. Yo siempre tocaba sus caderas y ella siempre tocaba mi espalda. Cuando las cosas terminaban nos besábamos y ella se iba al baño a arreglarse el labial antes que llegaran las primeras personas.
Los días me parecían eternos a su lado, quería cogérmela con fuerza, tirarla contra la pared y arrancarle la falda para besar su hermoso culo.
Un día nos sentamos hablar y le pregunte como fue su vida sexual con su esposo... cuando aún lo hacían.
Ella me comento que su relación siempre fue muy tradicional, siempre de la misma posición.
Me volvía loco hablar de esto, saber que él tiene a su esposa con este cuerpo tan hermoso me hacía perder la razón.
-Quiero cogerte.
Le dije
Ella se puso roja, se remojo los labios y los mordió.
-También quiero hacerlo contigo... pero aun no me siento bien hacerlo.
Mencionó.
No quería apresurarla, pero me moría de ganas, mis bolas estaban tan hinchadas de tantos días con solo besarnos. Llegar a mi casa y masturbarme no me dejaba satisfecho, el recuerdo cuando se le arrime la verga dura sobre su braga me mantenía despierto por las noches.
-Sí, no te preocupes…
Le dije sin decir todo lo que me pasaba en la menté.
Los días pasaron y mi cabeza me daba vueltas cada que ...
... la veía. Cuando ella se sienta junta sus rodillas y sus pies los dobla a un lado, como si fuera una princesa o reina en alguna junta. Sus piernas pálidas con pecas siempre se veían lubricadas, ella siempre tenía un olor a coco así que imagino que se humecta con algún tipo de crema, porque sus brazos son suaves como seda.
Siempre me pregunto que estará usando bajo su blusa, ella tenía un pecho mediano, pero se beis bastante generoso. Aquella vez cuando lo “hicimos” no tuve la oportunidad de apreciarlas, pero me moría de curiosidad verlos e imaginármelas.
Sus pantorrillas eran perfectas, no podía ver más sobre su falda, cada que se sentaba ella siempre es cuidadosa que no se vea piel sobre la rodilla, pero cuando nos sentamos cerca puedo ver que de ven suaves. Me controlo siempre en no estirar mi mano y manosearla, tengo miedo que me vea tan desesperado.
Un día que no me toco ir a la iglesia, pase por una farmacia y entre a comprar condones, no había recordado en mi calentamiento que ella aun es fértil. Decidí comprar unos condones ultra delgados, necesitaba sentirla lo mas que pueda.
Cuando los pague, pensé en su esposó. Que pasara en su cabeza en dejar a su esposa sola? Por qué no la satisface? Será tan egoísta para sólo concentrado en él? Tal vez tenga alguna alumna de su preparatoria que sea su compañero de juegos. Decidí no pensar en él.
Cada que iba a la iglesia llevaba los condones en mi bolsillo trasero, pero siempre cuando nos besábamos ella trataba de ...