Me lo merecía
Fecha: 03/11/2018,
Categorías:
Hetero
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... la parte alta, ya saben la única que se puede sentir, ya que la tira de en medio desaparece entre las nalgas, en un principio sólo sentía tímidos roces de la mano en mi anatomía, pero bastaron pocos minutos para que una vez habiendo cogido confianza me frotara descaradamente con la palma abierta las carnes de mi culo, apretando la carne de una nalga para después pasar a la otra, incluso en cierto momento, se metió bajo mi falda y comenzó a palpar mi delgada tanga en el hilo central entre los dos cachos de carnes de mis nalgas.
Ya que ese día no me puse medias, logrando tomar la delgada prenda y estirarla a tal grado que logro hacerla hacia un lado, no por completo, pero sí lo suficiente como para en lugar de estar en la raja del trasero, descansara alegremente en uno de mis preciosos glúteos, yo por la advertencia de mi marido preferí guardar silencio, ya que él me lo había prevenido y yo de necia me aferré a subir con él. Fue hasta ese momento, que recordé a la chica ya que si yo que iba acompañada tenía dicha situación, habrá de imaginarse ella.
Para mi sorpresa, la chiquilla se encontraba con la falda completamente levantada y enrollada a la altura de su cintura, mientras un hombre como de 32 años, vestido de traje se frotaba la verga en el canal de las nalgas de la chiquilla, aún sobre las braguitas de color blanco de la chica, las cuales previamente él tipo había jalado hacia arriba, para lograr que se introdujeran lo más posible en el canal trasero de la ...
... preciosa chica, y eso no es todo ya que por delante, un joven como de 18 años, se masturbaba frenéticamente, con el pene completamente fuera de su pantalón, su miembro era de un tamaño considerable, que al mirarlo me hizo estremecer, logrando envidiar a la chamaca por encontrarse tan cerca de tan bello miembro masculino, mientras tanto este joven acariciaba su panochita por encima de las bragas, y por el rostro y los movimientos de la niña, que eran de levantar el culo, para sentir mejor la verga situada en su trasero, me di cuenta que disfrutaba del manoseo de los desconocidos, por todo esto deduje que ella, abordaba en el vagón de los hombres para que le metieran mano a su antojo, ya que hay que recordar que a esa edad el sexo es algo que comienzan a descubrir y los manoseos es algo muy caliente y seguro, para sentir una buena dedeada y tener contacto con una dura verga.
Al mirar los gestos de excitación de la chica y los rostros de los que le metían mano, disfrutando ambos con el manoseo en el vagón atestado de gente, esto sólo terminó por encenderme, por lo que aunque mi marido estaba a un lado, quise yo también disfrutar de lo atestado del vagón, por lo que me levanté la falda igual que la colegiala, hasta que me quedó como un cinturón en la cadera, claro que lo hice de forma discreta para que mi marido no se diera cuenta de mi acción, al levantarme la falda varias de las manos que me tocaban sobre ella, ya se encontraban directamente sobre mi piel, me imagino la cara de ...