El mecánico me lubricó el culo
Fecha: 05/05/2025,
Categorías:
Anal
Autor: Alexandra Love, Fuente: CuentoRelatos
... los nervios y mi respiración se agitaba. En ese momento él se lanzó como una bestia sobre mis senos y comenzó a lamerlos, me succionaba los pezones y me daba mordidas que me dolían un poco, se estaba comiendo mis pezones duros y sensibles, se colocó detrás de mí y agarro mis senos con sus manos sucias, manchándolos de grasa y aceite, me pellizcó los pezones muy duro hasta que solté un quejido, me sentí tremendamente excitada, en ese taller que olía a grasa, aceite, gasolina y neumáticos. Estaba sola entregándole mi cuerpo a ese desconocido, mientras yo pensaba que me estaba vengando de mi exesposo, eso me puso muy húmeda, más estando en días fértiles.
En ese momento me sentí tan vulnerable, con ese hombre devorándose mis senos, encerrados en ese taller, tan solo a unos 6 o 7 metros había gente caminando por la banqueta, escuchaba como pasaban afuera los vehículos, y lo único que impedía que nos vieran era ese portón oxidado. Mi vagina me pedía ser penetrada, la sentía muy lubricada, caliente y sensible.
Me arrodillé ante ese hombre desnuda de la cintura a la cabeza y le desabroche la hebilla el cinturón, tomé sus pantalones junto con sus bóxer y los comencé a bajar lentamente, pude ver su cara de morbosidad, le urgía que su verga saliera frente a mí pero yo estaba calentándolo más, quería esa verga reventando de gorda, bajé sus pantalones sucios de grasa comencé a ver su vello púbico, continue bajando hasta que se descubrió su larga y gruesa verga, apuntando ligeramente ...
... hacia arriba, con la punta completamente descubierta, se me hizo agua la boca….
Al ver esa verga tan deliciosa, la tomé con mis manos con mucha sutileza, acariciándole los testículos con mis uñas para excitarlo aún más, comencé a pasar mi lengua desde la base de su verga hasta la punta, mientras lo miraba a los ojos con mi cara cachonda. Abrí mi boca y comencé a mamar esa gruesa verga con mis labios rojos, se me hacía agua la boca, estaba salivando como una perra en celo, ahora era yo la que se estaba devorando su verga a lengüetadas, entraba y salía de mi boca rápida y profundamente. De pronto sentí como me tomó del cabello y empujó mi cabeza contra su verga para metérmela hasta la garganta, me la tragué toda, mis labios quedaron pegados hasta la base de su verga, me estaba atragantando y se me dificultaba respirar, pero él me tenía bien pegada a su verga, sentí como se me salían lagrimas por el atragantamiento y me encantó ver a ese hombre disfrutando tanto, la mamada que le estaba dando. Después de unos segundos me soltó y pude recuperar el aliento.
Después de mamársela me levanté.
—Ya estoy lista para que me penetres, me siento muy cachonda.
—Yo ya tengo la verga bien dura zorrita, la mamas muy bien.
—Sí la tienes enorme, esta muy rica tu verga, ya la quiero adentro. —Le dije a tono de ruego.
—Te la voy a meter natural hermosa porque no tengo condón.
—Esta bien así, me gusta más. Además, tengo un dispositivo intrauterino que mi ginecólogo de cabecera ...